¿Quién no recuerda al detective Columbo llevando su mano a la frente para hacer inverosímiles deducciones que conducían a aclarar un homicidio? Al igual que muchos otros detectives de ficción, el personaje interpretado por Peter Falk tenía un sentido intuitivo brillante, casi mágico. ¿Se podría decir algo similar de los detectives de homicidios de la vida real?
Lo cierto es que las habilidades y procesos intuitivos para la resolución de problemas por parte de investigadores de crímenes verdaderos, han recibido relativamente poca atención por parte de la ciencia.
En este sentido, una de las pocas investigaciones fue la realizada hace un tiempo por el Departamento de Psicología de la Universidad de Manchester, que abordó este tema utilizando fotografías de escenas de crímenes resueltos ocurridos en otros países.
En total, fueron 20 casos policiales entre los que se incluían mayoritariamente apuñalamientos, estrangulamientos y disparos por arma de fuego.
Los autores del estudio solicitaron a 40 detectives experimentados del Reino Unido observar dichas imágenes. Las edades de los investigadores iban desde los 36 a los 59 años. Dicho grupo se componía de 39 hombres y una mujer.
Básicamente, el experimento consistía en que los participantes miraran las fotos, las clasificaran por el tipo de crimen y que, al mismo tiempo hicieran un relato sobre lo que creían ellos que había ocurrido en dicha escena.
De acuerdo a sus conclusiones sobre la naturaleza de las muertes, los detectives se inclinaron mayoritariamente a clasificar los delitos en tres grupos: un homicidio doméstico, un homicidio relacionado con otro delito (por ejemplo, un atraco que deriva en un asesinato) o una pelea entre personas del sexo masculino por diferentes motivos.
En total, los detectives hicieron 594 deducciones, la mayoría de ellas sobre el tipo de homicidio y también acerca de la relación entre la víctima y el victimario.
Tres escenas de crímenes fueron mal interpretadas por la mayoría de los detectives, incluso, en esos casos, hicieron las mismas deducciones incorrectas. Por ejemplo, el asesinato de una mujer en el que la víctima tenía su vestido atado alrededor del cuello, la mayoría interpretó este caso como un delito por motivaciones sexuales. Pero la realidad era otra: la mujer había sido asesinada por su sobrino para obtener ganancias financieras. Otra escena en la que los detectives fallaron fue el homicidio de un hombre en una discoteca, en la que la mayoría de ellos interpretó el caso como una pelea entre personas alcoholizadas. Pero en realidad, el asesino estaba manteniendo una aventura amorosa con la esposa de la víctima y el crimen había sido premeditado.
Es importante saber que las conclusiones iniciales realizadas durante lo que los detectives llaman la "hora de oro" de una investigación, pueden tener enormes implicancias para su éxito. Por esta razón, es importante que comprendamos acerca de los procesos de tomas de decisiones de quienes investigan un hecho delictivo en forma puramente intuitiva.
Las personas que investigan casos policiales, por lo general, tratan de mantener la mente abierta, pero, como en el resto de los seres humanos, conocimientos y experiencias pasadas les llevan a hacer suposiciones muchas veces correctas, pero que también pueden conducir a errores sistemáticos.
Los autores del estudio sugieren que hacer investigaciones de este tipo más seguido y con mayor profundidad podría ser útil para un mejor entrenamiento de los detectives y aumentar el conocimiento sobre los factores que influyen en sus tomas de decisiones, para de esa forma mejorar el discernimiento en los diferentes tipos de homicidios a través de la exposición a una mayor gama de casos.
Referencia:
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/jip.1383/abstract
No hay comentarios:
Publicar un comentario