El acoso está en el ojo del espectador


A veces, el acoso sexual es difícil de definir, lo sabemos cuando lo vemos. Sin embargo, algunos estudios muestran que no todas las personas lo ven de la misma manera. Es decir, cuando se trata de una observación de testigos, el acoso puede estar en el ojo del espectador.


mujer acoso

El acoso y el espectador

En un estudio en particular, los investigadores examinaron cómo el atractivo físico afectaba las percepciones de acoso. Y descubrieron que, un observador externo, que advertía un contexto donde un empleado masculino acosaba a una empleada, el escenario más probable que fuera visto como acoso sexual era cuando la empleada era atractiva.

Este sondeo también señaló que un comportamiento de acoso, es menos probable que se perciba si el acosador es un hombre atractivo. Esto es debido a la predisposición que tiene mucha gente a ver a las personas atractivas con cualidades más positivas.

A estos estereotipos se suma el dato de que los acosadores pueden percibir excesivamente la receptividad de la víctima, inyectando un componente subjetivo adicional en lo que comúnmente se piensa (equivocadamente) que es un análisis objetivo.


La psicología de la sobre-percepción

El acoso puede percibirse erróneamente en el ojo del autor. Como resultado, algunos acosadores no son conscientes de lo inadecuada de su conducta.

¿Qué causa esta perspectiva incorrecta? Algunas personas con poder dirigen el comportamiento sexual hacia los subordinados porque perciben la receptividad de manera excesiva. Esta sobre-percepción es una manera en que el poder puede conducir al acoso. En tales condiciones, el malestar de una víctima podría no ser tan obvio para el acosador como lo sería para un observador externo y objetivo.
La sobre-percepción de la receptividad generalmente se agrava en aquellas culturas con una amplia tolerancia sexual. En algunos casos, el acoso visual es un problema también, por ejemplo, el mirar fijamente.

¿Se dan cuenta los acosadores de lo inapropiado que es su comportamiento? No si están rodeados, por ejemplo en el ámbito laboral, de compañeros de ideas afines o subordinados temerosos de enfrentarse a él. Estos espectadores dan poder, e incluso animan al acosador, quien a su vez percibe su acoso como aceptable. Algunos acosadores consideran su comportamiento como un juego, viendo hasta dónde pueden llegar, y armados ya con una lista de explicaciones y negaciones en el caso de que se les llame la atención.


La naturaleza del poder

El acoso es a menudo una explotación de desequilibrios de poderes. Incluso, puede no estar motivado por el interés sexual, sino por el deseo de intimidar, humillar o degradar.

Además, el poder puede, por sí solo, inducir a un comportamiento impulsado por determinados objetivos, en parte, al ser consciente de la influencia y control sobre recursos valiosos, el trabajo por ejemplo. Este comportamiento se produce por el hecho de que muchos acosadores se ven a sí mismos como intocables, habiendo ya evitado consecuencias de otros acosos en el pasado. Con demasiada frecuencia, el poder y el castigo actúan como una proporción inversa, es decir, un poder superior está vinculado a una menor probabilidad de castigo.


Cómo detener el acoso

En la búsqueda de maneras de detener a los acosadores, el aprendizaje puede ser tanto ilustrativo como instructivo. Sin embargo, una cosa que muchos acosadores tienen en común es la falta de respeto a las normas y reglamentos (sobre todo si no existe castigo), lo que explica por qué la formación sobre el acoso no siempre mejora el comportamiento. Los acosadores seriales conocen las reglas, y simplemente, no les importa.

En este caso, la mejor manera de detener al acosador es haciendo que el castigo se ajuste al delito, y hacer cumplir todas las transgresiones. Además, esto envía un mensaje a otros acosadores. Ante un escenario de castigo, muchos abusadores pueden sentirse motivados para evitar las consecuencias.


Referencia:
http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02134748.2016.1143179



Cuatro factores subestimados de la belleza femenina


Cuando se trata de la belleza femenina, los factores que realmente empujan al cerebro masculino a interesarse, son los que señalan que la mujer está en la edad adecuada y con una salud lo suficientemente buena como para concebir y tener hijos con éxito.



Por lo tanto, no es ningún secreto que cuando se trata de la belleza física, las mujeres se ajustan a normas más estrictas que los hombres, y en el ámbito cultural, las mujeres son juzgadas por su atractivo físico en una medida mucho más significativa que los hombres. No estoy sugiriendo que esto sea lo deseable o justo, pero toda la evidencia indica que es así.

Muchos de los estándares por los cuales se evalúa la belleza femenina son bien conocidos: una cara simétrica, los pechos, las piernas delgadas y bien formadas, y el cabello brillante son cualidades evidentes que realzan la belleza de una mujer. Sin embargo, hay una variedad de marcadores más sutiles de la belleza que también aumentan las calificaciones de atractivo femenino. Los científicos evolucionistas creen que estas características son atractivas para los hombres porque son difíciles de falsificar. En otras palabras, son señales objetivas de la edad y valor reproductivo de una mujer.


1.) La voz

Hace más de 40 años, los psicólogos sociales descubrieron que el atractivo físico de una mujer podía ser juzgado con bastante exactitud por medio de una conversación telefónica cuando no había señales visuales disponibles. En ese momento, esto era una cuestión de gran curiosidad y se propusieron varias teorías que intentaron explicarla. Por ejemplo, una de las ideas más populares era que las mujeres atractivas tenían simplemente más experiencia porque los hombres les prestaban más atención e interactuaban con ellas socialmente, dándoles más oportunidades de afilar habilidades sociales que podrían traducirse en atractivas durante una llamada telefónica.
Sin embargo, ahora se ha demostrado convincentemente que el atractivo de las voces de las mujeres se correlaciona positivamente con el atractivo real de sus rostros. En experimentos de este tipo, los hombres independientemente juzgan el atractivo de un grupo de caras femeninas, y luego evalúan por separado el atractivo de las voces de la misma muestra de mujeres. Los hombres que hacen los juicios no saben qué voces iban con qué caras, pero si califican la voz de una mujer como atractiva, tendían a calificar la cara correspondiente más atractiva también. En general, se juzga que una voz femenina más aguda es joven, y por lo tanto, más atractiva.
También hay que señalar que el atractivo facial masculino puede predecirse a partir de una voz, con el curioso añadido de que los hombres que no articulan claramente en su discurso, tienden a ser juzgados como más masculinos.


2.) Curvatura Lumbar

Curvatura Lumbar

Más recientemente, los estudios han demostrado que la curvatura lumbar también parece ser un estándar universal de belleza femenina. Los orígenes evolutivos de la curvatura lumbar como una señal de belleza provienen de los problemas que enfrentan las hembras bípedas humanas cuando quedaban embarazadas. Si sus espinas estaban diseñadas como espinas masculinas, la fatiga muscular y el dolor de espalda que enfrentaban, era considerable. En consecuencia, la estructura de la columna vertebral femenina ha desplazado el centro de gravedad hacia atrás, disminuyendo el estrés corporal durante el embarazo. Los estudios han confirmado que los hombres juzgan los cuerpos femeninos que muestran una cantidad óptima de curvatura lumbar como más atractivos.


3.) Anillo limbal

El "anillo del limbo" es el anillo oscuro que aparece alrededor del iris del ojo. Un amplio anillo limbal oscuro es una señal objetiva de juventud y salud, y por lo tanto no es sorprendente descubrir que los anillos limbales gruesos mejoran significativamente los juicios de la atracción de los ojos. La salvedad es que ahora se pueden obtener lentes de contacto que mejoran la presentación de los anillos límbicos.


4.) Relación cintura-cadera

La investigación pionera del psicólogo evolucionista Dev Singh reveló la importancia de la relación cintura-cadera para el atractivo de los cuerpos de las mujeres.
Específicamente, si mide la circunferencia de la cintura y la divide por la circunferencia de la cadera, cuanto más cerca está la proporción de 0.70, más atractivo se juzga el cuerpo. En otras palabras, tener una cintura que es ligeramente tres cuartos menor del tamaño de las caderas, atraerá mayor cantidad de miradas de admiración. Esto también es una clara señal de que las mujeres están en un buen momento para tener hijos.
Los niños y niñas prepúberes no difieren en sus proporciones de cintura a cadera, por lo general es alrededor de 0.90. Sin embargo, en la pubertad, cuando ellas se transforman en reproductivamente capaces, la relación cintura-cadera comienza a descender. Para los hombres, este no es el caso. A medida que las mujeres envejecen, la ración de cintura a cadera empieza a subir de nuevo.
Muchas veces, cuando se habla de la proporción cintura-cadera, se objeta de que es un sesgo occidental, una construcción cultural hacia la delgadez de la mujer, y que en diferentes épocas y lugares, los cuerpos femeninos más grandes eran los preferidos. Es cierto que en otras épocas y culturas los cuerpos voluminosos eran los predilectos, pero una cosa que no ha cambiado históricamente, y es la preferencia masculina por la relación cintura-cadera.


Referencias:
https://pdfs.semanticscholar.org/a769/521300266bc84c5ced43a2e042a17d24d5ea.pdf
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1090513815000185
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22947961
http://www.ehbonline.org/article/S1090-5138(16)30321-X/abstract



Incógnitas de la atracción física: desde la biología del cerebro hasta las modas


pareja

Los criterios de cómo emergen los diferentes gustos de la atracción física son sorprendentemente complejos. Si supiéramos exactamente cómo hombres y mujeres heterosexuales desarrollan una atracción física el uno hacia el otro, comprenderíamos mucho mejor la psicología humana. Lo que sí sabemos es que el fenómeno implica muchos niveles de explicación biológica, así como de diferentes tipos de aprendizaje.


Eventos antes del nacimiento

La investigación sobre la orientación de género indica que los eventos hormonales antes del nacimiento afectan el sexo que nos atraerá posteriormente (1). En el caso de los hombres, parece que la masculinización del cerebro a través de las hormonas sexuales aumenta la probabilidad de sentir atracción por las mujeres. Lo mismo ocurre en el sexo femenino. Una pista es el hecho de que las mujeres expuestas a niveles inusualmente altos de hormonas en el útero (por ejemplo, cuando embarazadas tomaban erróneamente el dietilestilbestrol, un estrógeno sintético utilizado hace años para disminuir el riesgo de aborto) sus hijas tenían más probabilidades de tener en la adultez una atracción sexual hacia mujeres (2).


Vale la pena señalar que muchas de las mujeres expuestas no desarrollaron una orientación lesbiana, en este caso, es probable que el ambiente prenatal tenga efectos relativamente débiles, y que además, se produzcan cambios durante la infancia y pubertad.

La infancia ha recibido también mucha atención como un momento crucial en el cual las diferencias de género surgen. Esto no es sólo una cuestión de imitar a los demás, dado que las diferencias de género, por ejemplo, en la actividad física y la agresividad, están vinculadas a los efectos de la testosterona durante el desarrollo prenatal. De lo contrario, los niños y niñas simplemente adquirirían una fuerte expectativa de que se casarán con un miembro del sexo opuesto sólo con observar los matrimonios de su comunidad.


La pubertad como otro comienzo

La pubertad marca el despertar sexual, al menos para la mayoría. Parece que el aumento en la producción de hormonas sexuales no sólo desarrolla determinadas características como barbas y senos, sino que también desencadena el deseo sexual en el cerebro.

Las chicas son más precoces que los chicos por varias razones y algunos de sus comportamientos sexuales preceden a la pubertad. Por ejemplo, la repulsión o simpatía en la mirada es un gesto de coqueteo visto en chicas muy jóvenes (3).
En las sociedades donde existe una expresión sexual libre, en promedio, ellas son sexualmente activas antes que los chicos, incluso antes de la pubertad (4). En general, es probable que la pubertad provoque una mayor atracción sexual hacia el otro género en la mayoría de las chicas, así como en la mayoría de los chicos.


Fetiches y condicionamiento pavloviano

Este fenómeno fue explorado en algunos polémicos experimentos en los que individuos varones estaban condicionados a la excitación sexual con una imagen de un par de botas negras que, en principio, no producían respuesta erótica alguna (5). Posteriormente, las botas fueron puestas al lado de una foto de una mujer atractiva desnuda. No sólo adquirieron la capacidad de despertar a los sujetos, sino que, en muchos casos, esta respuesta condicionada no mostró signos de desaparecer después de que la fotografía de la mujer ya no se mostrara.

Esto sugiere una notable flexibilidad en la respuesta sexual humana, y las implicaciones para una sexualidad normal parecen claras. Por ejemplo, para las personas en una relación estable, la respuesta sexual puede estar condicionada a aspectos de la pareja. De hecho, tal condicionamiento al servicio de un vínculo de pareja puede explicar por qué la excitación sexual está tan fácilmente condicionada.


El sexólogo Alfred Kinsey fue el primero en enfatizar la variabilidad en el comportamiento sexual humano y este punto es importante dado el sorprendente grado en que la atracción sexual puede ser condicionada por experiencias.

Además de las diversas capas de influencias biológicas, y el aprendizaje asociativo, la atracción sexual se ve afectada por modas y tradiciones en algunos aspectos notables.


Tradiciones y modas

En los países más pobres, los hombres se sienten atraídos por las mujeres que tienen mucha grasa, mientras que este nivel de atracción en los países desarrollados es escaso.

La lógica subyacente de tales cambios sistemáticos parece clara. En las sociedades donde es difícil conseguir lo suficiente para comer, la grasa corporal almacenada ayuda a las mujeres a superar los desafíos del embarazo y la lactancia. En los países desarrollados, donde hay un exceso de alimentos, las mujeres delgadas son percibidas como más competentes y más propensas a ser exitosas.


En las sociedades modernas, al tiempo que las mujeres tratan de perder peso y reducir la curvatura corporal, los hombres se afeitan el vello facial.

La barba es más popular en las sociedades conservadoras donde hay poco sexo prematrimonial. Esto sugiere que los hombres se afeitan para proyectar honestidad y transparencia en sociedades donde el sexo prematrimonial y casual es común.

Cualesquiera que sean las razones subyacentes, los hombres se sienten más atraídos por las mujeres gordas en algunas sociedades y por las flacas en otras. Del mismo modo, las mujeres prefieren a los hombres barbudos en algunos lugares y épocas, y a los afeitados en otras.

Todo esto se relaciona puramente con la atracción física. Los aspectos psicológicos de la selección de la pareja son aún más complejos -y posiblemente más importantes- que van desde el estatus social, la religión y la política hasta la compatibilidad de la personalidad, los intereses de ocio, los lazos familiares y la inteligencia.


Referencias: 1) Barber (2002) 'The science of romance'
2) Ehrhardt (1985) 'Sexual orientation after exposure to exogenous estrogen'
3) Eibl-Eibesfelt (1975) 'Ethology: The biology of behavior'
4) Symons (1979) 'The evolution of human sexuality'
5) Rachman (1968) 'Experimentally induced sexual fetishism'



6 factores acerca de la paternidad en nuestros días

En las últimas décadas, la paternidad ha cambiado de manera sorprendente. Hoy en día, el padre tiene un papel más activo en el cuidado de los hijos y en las tareas de la casa. Además, los padres solteros han crecido significativamente. Al mismo tiempo, cada vez más niños crecen sin la presencia de un padre.


padre

Estos cambios han provocado algunas reformulaciones acerca de cómo los hombres viven la paternidad hoy. Veamos los resultados de algunos estudios al respecto.


1.) Los padres consideran que la crianza de sus hijos es fundamental para su identidad

Los papás tienen hoy las mismas probabilidades que las madres de decir que la crianza de sus hijos es muy importante para su identidad. Un 57% de los padres opina esto hoy (hace 25 años esta cifra era del 40%), en comparación con el 58% de las madres.
La mayoría de los papás parecen apreciar los beneficios de la paternidad, el 54% informa que la paternidad es gratificante. Las mamás que opinan que la maternidad es gratificante es del 57%. Mientras tanto, el 46% de los padres y el 41% de las madres dicen que encuentran que la crianza es agradable todo el tiempo.


2.) Padres están mucho más involucrados en el cuidado de los niños que hace 50 años

En 2015, los padres reportaron un promedio de siete horas semanales de cuidado de los niños, casi el triple del tiempo que en 1965. Además, los papás tuvieron alrededor de nueve horas a la semana en tareas domésticas, cuatro horas más que en 1965. En comparación, las madres pasaron un promedio de 15 horas semanales en el cuidado de los niños y 18 horas a la semana en tareas domésticas en 2015.
Mientras que los padres están pasando más tiempo con sus hijos, muchos sienten que todavía no están haciendo lo suficiente. Aproximadamente la mitad (48%) dicen que pasan muy poco tiempo con sus hijos. Sólo el 25% de las madres dicen lo mismo. Los papás también son menos positivos acerca de sus propios padres, que de sus madres. Sólo el 39% de los padres dicen que están haciendo un "muy buen trabajo" en la crianza de sus hijos, en comparación con el 51% de las madres.


3.) Es cada vez menos común que los papás sean el único sostén de la familia

Alrededor de un cuarto de las parejas (27%) que viven con hijos menores de 18 años pertenecen a familias en las que sólo trabaja el padre. Esto marca un cambio dramático a partir de 1970, cuando casi la mitad de estas parejas (47%) estaban en familias donde sólo el papá trabajaba. La proporción de parejas que viven en familias con dos ingresos ha aumentado significativamente, y ahora comprende a la mayoría de las familias biparentales con hijos.
La gente tiene puntos de vista mixtos sobre estos cambios. Si bien sólo una pequeña proporción (18%) de los adultos dicen que las mujeres deben volver a sus roles tradicionales en la sociedad, el sustento a la familia es más frecuentemente visto como el papel del padre que el de la madre. Alrededor de cuatro de cada diez (41%) dicen que es sumamente importante que un padre proporcione ingresos a sus hijos. Sólo el 25% dicen lo mismo de las madres. Y aunque cerca de que las tres cuartas partes de la gente opine que el hecho de que las mujeres trabajen ha suscitado que sea más difícil criar hijos, la mayoría (67%) dice que esto ha hecho vivir más cómodamente a las familias.


4.) El equilibrio entre el trabajo y la familia es un desafío para los padres

Al igual que las madres, muchos de los padres de hoy encuentran difícil reequilibrar el trabajo y la vida familiar. Alrededor de la mitad de los papás que trabajan (52%) dicen que es muy o algo difícil de hacer, una proporción ligeramente menor que el 60% de las madres que trabajan que opinan lo mismo. Y alrededor de tres de cada diez papás que trabajan (29%) dicen que "siempre se sienten apurados", al igual que el 37% de las madres que trabajan. Los padres que trabajan tienen la misma probabilidad que las madres trabajadoras de decir que preferirían estar en casa con sus hijos, pero que necesitan trabajar porque necesitan los ingresos (48% de los papás y el 52% de las madres). Los padres que trabajan y las mamás también tienen la misma probabilidad de decir que a pesar de que los aleja de sus familias, quieren seguir trabajando (49% y 42% respectivamente).


5.) Roles de padres y madres

A pesar de cambiar los roles de género, muchos todavía perciben que las madres están mejor preparadas que los padres para cuidar a los niños. Cuando se trata de cuidar a un bebé, el 53% de las personas dicen que las madres hacen un mejor trabajo que los padres. Sólo el 1% de las personas dice que los padres hacen este trabajo mejor que las madres. Otro 45% dice que madres y padres son buenos por igual en esta tarea. La mayoría de los adultos (59%) dicen que los niños con dos padres están mejor cuando un padre se queda en casa para atender a la familia, el 45% dice que es mejor si ese padre es la madre, mientras que el 2% dice que un niño está mejor si es el padre el que se queda en casa. Alrededor de la mitad (53%) dicen que no importa qué padre se queda en casa.


6.) Vinculación con el recién nacido

Siete de cada diez adultos dicen que es igualmente importante para los bebés vincularse con su madre y su padre. Alrededor de un cuarto (27%) dice que es más importante que los bebés se vinculen más a sus madres, y el 2% dice que es más importante que los bebés se vinculen más con sus padres. Las mujeres son ligeramente más propensas a decir que es importante para los bebés el vincularse con ambos padres (74%) frente al 68% de los hombres.
Entre los que se tomaron un tiempo para cuidar a un bebé en los últimos dos años, los padres tomaron una media de una semana de baja en el trabajo por esta razón, en comparación con una media de 11 semanas de las madres. Un factor que podría contribuir a esta diferencia de género: Cerca de la mitad de los adultos (49%) dicen que los empleadores ponen más presión sobre los padres para que vuelvan a trabajar rápidamente después del nacimiento o adopción de un nuevo hijo, mientras que el 18%, dice que los empleadores presionan a las madres y a los padres por igual.


Referencias:
http://www.pewsocialtrends.org/2015/12/17/2-satisfaction-time-and-support
http://www.people-press.org/2012/06/04/section-2-demographics-and-american-values/



Cuando las minorías desfavorecidas se vuelven conservadoras


gente

Hace algunos años, una investigación de dos psicólogas de la Universidad de Ohio, Maureen Craig y Jennifer Richeson, analizó de qué manera las personas de raza blanca (grupo racial mayoritario en Estados Unidos) se volvían más conservadoras en su ideología al advertir que los grupos étnicos minoritarios estaban creciendo, y que los blancos serían, en un futuro no tan lejano, una minoría en ese país.

Estas dos profesionales han realizado recientemente una nueva investigación igualmente interesante: Cuando se advierte que un grupo minoritario (por ejemplo, los hispanos) está creciendo en tamaño, ¿Qué posición adoptan otros grupos minoritarios (por ejemplo, afroamericanos o asiáticos)? ¿Cabe la posibilidad de que, al igual que los blancos, se vuelvan más conservadores?
Esta es una posibilidad cierta, ya que cuando los grupos se enfrentan a situaciones de desventaja, sus componentes tienden a defender más vigorosamente el status quo, o sea el sistema. Incluso muchos con menor poder y status dentro de estos grupos anhelan que el sistema no cambie, ya que una variación podría empeorar aún más una posición ya desventajosa.


Por lo tanto, los grupos minoritarios a menudo pueden percibirse como competitivos entre sí, a medida que tratan de mantener (o no perder) su posición. Esto puede promover no sólo la resistencia al cambio, sino también una visión más conservadora de muchos de sus integrantes.

La investigación

En dicho estudio, las investigadoras se valieron de personas voluntarias integrantes de minorías no hispanas de Estados Unidos. Dichos individuos fueron divididos en dos grupos, a los que le dieron a leer cierta información en la que detallaba que:

Grupo A: El artículo dado a leer sugería que la comunidad hispana en el país estaba creciendo rápidamente.

Grupo B: El artículo aseguraba que, si bien la comunidad hispana era más visible, actualmente no estaba creciendo en número de personas.

Los resultados revelaron un patrón claro: al igual que la investigación anterior con personas blancas, en un cuestionario inmediatamente posterior se observó claramente que las personas del grupo A adoptaron posturas más conservadoras en las respuestas.

Por tanto, convertirse en un grupo más pequeño amenaza de similar manera, ya sea a una mayoría numérica, como a una minoría. Esta amenaza alienta a la gente a aprobar un "statu quo" que enfatiza la tradición y la confianza en las jerarquías intergrupales.


Estos resultados son interesantes por varias razones. La principal es que, al parecer, una respuesta conservadora a la amenaza de posición de una colectividad es relativamente universal.

Pero estos efectos también tienen implicaciones prácticas para la comprensión de los posibles patrones de votación. Por ejemplo, en EEUU, los republicanos ven como su base (en gran parte blanca) está disminuyendo de tamaño, con unas minorías más inclinadas a votar a los demócratas. Pero las autoras del estudio aseguran que es probable que esto esté cambiando, y que votantes de minorías no hispanas (a medida que los hispanos crecen) pueden estar volviéndose más conservadores. Algo de esto ya se ha visto en las últimas elecciones en ese país.


Referencia:
http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/1948550617712029



La ciencia detrás de un gran desempeño bajo presión en el deporte


La presión hace cosas interesantes en los atletas. En algunos casos, conduce a un aumento de nervios y ansiedad. Otros, en cambio, son capaces de canalizar esta presión en correr más rápido, saltar más alto, etc. ¿Qué estrategias utilizan estos últimos para aumentar su desempeño bajo una elevada tensión?


deportista

Un estudio realizado en Australia e Inglaterra reportó los resultados de una serie de entrevistas a 16 deportistas, sólo unos días después de haber tenido un excelente rendimiento deportivo en una competencia bajo mucha presión.


El estudio

Un grupo de investigadores de la Universidad de Wollongong (Australia) analizó a 16 atletas de varias disciplinas (5 mujeres y 11 hombres, con una edad promedio de 27 años) que incluían, por ejemplo, un ganador de la copa del mundo de rugby de Nueva Zelanda, un tenista profesional y un campeón olímpico de bádminton.
Se solicitó a los atletas que describieran su destacado desempeño con el mayor detalle posible, incluyendo lo que estaban pensando y sintiendo en ese momento.

El análisis reveló que había doce características que apuntalaban dicho desempeño. Seis fueron similares al estado de flujo, que es cuando el rendimiento se siente sin esfuerzo y el conjunto de habilidades coincide con las demandas de dicho rendimiento. Estas características del flujo son:


  • Ser absorbido totalmente por la tarea hasta el punto de no ser consciente de la muchedumbre.
  • Altos niveles de confianza.
  • Gran control sobre su desempeño y la situación.
  • Alta motivación para tener éxito.
  • Disfrutar lo suficiente (pero no demasiado).
  • Estar completamente alerta.

Además, algunos de los atletas informaron que por momentos el tiempo parecía ralentizarse y tener un recuerdo borroso del evento.

Pero también existieron otras características distintas al estado de flujo. Mientras que el flujo se describe como una acumulación gradual de confianza y una sensación de falta de esfuerzo, otras dimensiones de dichas actuaciones incluyeron:


  • Niveles inusuales de concentración.
  • Tener un esfuerzo intenso durante un período de tiempo (a menudo caracterizado por no retener nada).
  • Aumento de la auto-conciencia de lo que estaban pensando y sintiendo en ese momento. Altos niveles de excitación.
  • Automatismo de habilidades.
  • Ausencia de pensamientos negativos sobre las consecuencias en caso de fallar.

Anteriormente, el alto desempeño ha sido visto, en gran medida, como automático y dependiente de no pensar demasiado. Los nuevos resultados sugieren que, aunque esto puede incrementar el funcionamiento, no es lo único. Los atletas entrevistados recordaron haber elevado su juego a través de altos niveles de auto-monitoreo y hacer un esfuerzo consciente para elevar el rendimiento.

Muchas de las estrategias que sustentan el alto rendimiento bajo presión, como el enfoque deliberado, los altos niveles de concentración y la confianza, son maleables. Es decir, que pueden ser enseñados, aprendidos y desarrollados. El conocimiento de esto podría ser muy útil para los atletas, entrenadores y profesionales que trabajan con ellos. La base será explorar cuándo es el mejor momento para que los atletas se relajen y "dejen que suceda", y, a la inversa, cuando conscientemente se esfuerzan más para "hacer que suceda".

La mayoría de la gente actúa bajo presión en algún momento de su vida, ya sea hablar en público, exámenes de estudios o trabajar en estrecha relación con un plazo. ¿Cuánto pueden aplicarse estas coyunturas a entornos no deportivos? Los investigadores hacen hincapié en que es importante evitar un enfoque único para el gran desempeño bajo presión. Si bien pueden haber algunos principios subyacentes que se pueden transferir, pero saber cuáles, dependerá probablemente del conocimiento tanto de la tarea en cuestión, como de la persona que tiene que ejecutar la habilidad.
Los misterios de la excelencia en el desempeño bajo presión en el terreno no deportivo promete ser un área emocionante para continuar investigando en el futuro.


Referencia:
http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/02640414.2016.1265661