Tener alta autoestima, ¿es sinónimo de éxito?


En las últimas décadas las librerías han sido abarrotadas de libros con títulos como "Aprenda mejorar su autoestima" o "Aumente su autoestima para tener éxito", en los cuales se afirma que sin una alta autoestima es casi imposible lograr algún tipo de éxito.
Pero si miramos la realidad, vemos personas con alta autoestima que no llegan a nada y personas que no tienen tan alta su autoestima y sin embargo cumplen sus objetivos.
¿Dónde está la diferencia?



¿Sirve repetir frases positivas?

Uno de los puntos fuertes de los libros de autoayuda, es que debemos repetir frases positivas para levantar nuestra autoestima y de esa forma, ser personas, más efectivas.
Un grupo de profesores de la Universidad de Waterloo en Ontario, Canadá se dispuso a probar que tan eficaz era repetir frases positivas para aumentar la autoestima.
De esta forma eligieron a dos grupos de sus propios pacientes, un grupo con alta autoestima y otro con baja autoestima y les pidieron que repitieran algunas frases que supuestamente sirven para levantarla.

El resultado fue que las personas con alta autoestima dijeron sentirse más felices y con mejor disposición para enfrentar sus desafíos, en cambio las personas con baja autoestima reconocieron que se sentían peor; esto seguramente se deba a que las afirmaciones positivas son un indicador de la distancia que deben recorrer para lograr el éxito, en consecuencia, son un recordatorio de sus fracasos.
O sea, que las frases positivas servirían para aquellas personas que ya tienen alta su autoestima pero sería peor para las personas que la tengan baja.


¿Cómo y cuando se desarrolla la autoestima?

Todos tenemos un nivel básico de autoestima y este se desarrolla durante la infancia a partir de la interacción con nuestros progenitores.
De este modo, se podría definir la autoestima como un afecto.
O sea que las personas con una autoestima saludable se ven a si mismos de forma positiva y se aceptan incluso ante una situación desfavorable.
Lo contrario de quienes tienen una baja autoestima, que probablemente en su infancia fueron infravalorados y que con toda seguridad, se hundan aún más ante un hecho negativo.

También es bueno aclarar que numerosos estudios indican que las personas con autoestima muy elevada, tampoco son particularmente felices y que en general tienden a mostrar un comportamiento más violento y racista que el resto.


¿Ayuda la autoestima en los estudios y en el trabajo?

Profesores de la Universidad de Florida (USA) realizaron un análisis donde se intentaba relacionar la autoestima y los indicadores de éxito de los estudiantes, en la universidad y en el trabajo.

La sorpresa fue que encontraron que no había ninguna evidencia de que una alta autoestima ayudase a que las personas fuesen estudiantes con las más altas calificaciones o los mejores en el trabajo.
Hoy estos profesores tienen una frase de cabecera que les repiten a sus alumnos:

"En el mundo del estudio y laboral, la autoestima es irrelevante, lo realmente importante es la autodisciplina y el autocontrol".


¿Qué hacer si tengo baja autoestima?

Si eres de las personas que tienen baja autoestima, lo mejor es aprender a lidiar con este sentimiento de inferioridad.
Existe una forma eficaz para luchar con la baja autoestima y es no seguirle el juego.
O sea, la mayoría de las personas con baja autoestima no son capaces de atribuirse sus propios éxitos y constantemente buscan razones para el fracaso.
Sin embargo, este es un patrón en nuestro comportamiento que se puede cambiar, ¿como?... aprendiendo a ser objetivos.
Por grandes o pequeños que sean, absolutamente todas las personas tenemos éxitos y fracasos.

Las personas con baja autoestima deben aprender a felicitarse cuando logran un éxito y de esta forma se rompe el círculo vicioso que han creado sobre si mismos.
Otro consejo importante es poner el foco en los aspectos realmente fundamentales de la vida y dejar de preocuparse por los detalles sin importancia, de esta forma disminuirás de forma importante aquellas áreas de acción en las cuales no tienes grandes habilidades.



¿Podemos ser más inteligentes?


Los científicos siempre creyeron que la inteligencia era algo innato de cada ser humano, habían individuos que nacían más inteligentes que otros, no se consideraba la posibilidad de que la inteligencia se pudiese mejorar.
En los últimos años diferentes investigaciones han demostrado que el ser humano puede perfectamente potenciar su inteligencia.



La Inteligencia Fluida y a la Inteligencia Cristalizada

La inteligencia cristalizada abarca toda la información que hemos almacenado a lo largo de nuestra vida y de que manera hacemos uso de las destrezas y habilidades que hemos aprendido, normalmente crece en la misma medida que envejecemos mientras que la inteligencia fluida llega a su punto de máximo esplendor durante nuestra juventud, después va disminuyendo gradualmente.
La inteligencia fluida es la capacidad para resolver nuevos problemas, para aprender, razonar, ver las conexiones y para llegar al fondo de las cosas.


La investigación en marcha

Profesores de la Universidad de Berna, Suiza, pensaron que, ya que la inteligencia cristalizada depende de la memoria a largo plazo, la inteligencia fluida debería depender de la memoria a corto plazo. Se trata del mismo tipo de memoria que empleamos para recordar un número telefónico o el nombre y apellido de una persona durante un corto tiempo.
Los investigadores reclutaron cuatro grupos de voluntarios y entrenaron inteligencia fluida empleando tareas de entrenamiento que presentaban tanto detalles visuales como auditivos que los participantes tenían que almacenar temporalmente y recordar.

Los participantes recibieron el entrenamiento durante una sesión de media hora una vez al día durante un periodo de 20 días.
Compararon los resultados con los de los grupos de control para asegurarse que los voluntarios mejoraban su inteligencia fluida, y no sólo sus habilidades para completar los tests.

Los resultados fueron sorprendentes. Los grupos entrenados mejoraron considerablemente más que los grupos de control. Además, cuanto mayor era el tiempo de entrenamiento, mayor era ese aumento de inteligencia.

Dado que no se sabe si las mejorías en la inteligencia fluida se mantienen después de que cesa el entrenamiento, los investigadores en la actualidad están midiendo los aumentos a largo plazo en la inteligencia fluida, tanto mediante pruebas de laboratorio como con trabajo de campo a largo plazo.


¿Cómo mejorar la inteligencia fluida?

Para entrenar la inteligencia fluida debemos hacer trabajar nuestro procesamiento de la información.
Hay varias formas de potenciarla, siempre que se ponga en juego el principio de buscar lo novedoso y pensar creativamente... por ejemplo:

  • Aprender un idioma es una excelente forma de estimular la inteligencia fluida.

  • Aprender a tocar un instrumento.

  • Tomar clases de algún tipo de arte: pintura, escultura, fotografía, literatura, etc.

  • Leer sobre información científica.

  • Jugar ajedrez.

  • Jugar a algunos video juegos también pueden mejorar la inteligencia fluida, en este caso está el problema del abuso y adicción que causan en algunas personas.


La cuestión es fomentar las conexiones del cerebro y la generación de nuevas neuronas. Y para eso, lo mejor es ser curioso y evitar el acostumbramiento.



El secreto del oído derecho


Si quieres ser más convincente con alguien tienes que hablarle al oído derecho. En efecto, estudios científicos demostraron que las personas tienen mejor procesamiento de la información cuando se les hacen solicitudes del lado derecho.
Veamos porque.



Pidiendo un cigarrillo

Una de las pruebas fue la siguiente, los investigadores llevaron a una persona a varios establecimientos nocturnos con música considerablemente alta, se le pidió que pidiera a distintas personas un cigarrillo, el resultado fue más que claro, las peticiones tuvieron el doble de posibilidades de ser concedidas cuando se realizaron en el oído derecho de la persona, independientemente de que fuera hombre o mujer.


¿A que se debe?

Esto es debido a que el oído derecho está relacionado con el hemisferio izquierdo del cerebro, y es justamente allí donde tiene lugar el procesamiento de la información, esto incluye no solo el procesamiento del lenguaje sino además la recepción de sonidos periféricos provenientes del ambiente.
No en vano la gente cuando habla por teléfono, lo utiliza del lado derecho, incluso la mayoría de los zurdos.
O cuando alguien viene a decirnos algo al oído, el 75% de las personas nos inclinamos para escuchar la charla de nuestro interlocutor con el oído derecho.


Los hemisferios del cerebro

Estos resultados son coherentes con la hipótesis de la especialización de los hemisferios izquierdo y derecho; en la mayoría de las personas los procesos del habla y del lenguaje son procesados por el lado izquierdo del cerebro y, como dijimos, lo que se escucha por el oído derecho será procesado por el lado izquierdo del cerebro.

El otro hemisferio del cerebro está más involucrado en la interpretación de las emociones.
Gracias al hemisferio derecho, imaginamos, entendemos las metáforas, soñamos, fantaseamos y creamos nuevas combinaciones de ideas.



La falsa inocencia de la marihuana


Catalogada como una droga blanda, en las últimas décadas se ha extendido por casi todo el mundo la sensación de que la marihuana es inofensiva, sus defensores alegan que es más sana que el tabaco.
Incluso en varios países se ha legalizado su consumo, el caso más emblemático es Holanda, donde está permitido consumir y comprar cannabis en pequeñas cantidades.
Pero los científicos no están tan convencidos de esta supuesta inocencia.



Es bueno saber que los principales consumidores de marihuana son menores de 30 años y que el rango de edad de mayor uso es entre los 18 y 25 años, también decir que es el sexo masculino quien más la utiliza.
En otro orden, el 90% de los consumidores de marihuana también toma alcohol, el 68% fuma también tabaco y el 12% consume cocaína.
Estamos hablando entonces como una adicción que suele ser la puerta de entrada a otras adicciones duras y por consiguiente, estas personas requerirán con el paso del tiempo algún tipo de tratamiento.


Que ocurre al fumar marihuana

La droga inhalada va a los pulmones, desde donde llega rápidamente al cerebro.
Allí, activa y estimula algunas áreas específicas, en las cuales produce distintos efectos que dependerán de la dosis utilizada y pueden incluir desde sensaciones de placer, hasta cuadros de intoxicación, el cual requiere una internación del adicto.
Bajo los efectos de esta droga, es común experimentar una sensación de relajación y felicidad, disminución de la ansiedad, las tensiones y la melancolía; aumento de la presión arterial, de la frecuencia cardíaca y respiratoria; así como también una reducción de los reflejos, de la atención, de la concentración y de la memoria a corto plazo.
También pueden presentar ojos rojos y sequedad en la boca.
Además, este estado de relajación, permite atenuar el dolor que sufren los pacientes oncológicos, por ello, algunos países despenalizaron el consumo de esta droga en ciertos casos, como ser el tratamiento de algunos pacientes con cáncer o sida.


¿Que daños puede causar?

La marihuana consumida a largo plazo puede llegar a ser altamente cancerígena.
Su consumo predispone al desarrollo de tumores de pulmón y enfermedades respiratorias.
En la boca, produce alteraciones en las encías y el esmalte dental, lo que favorece la aparición de caries y lesiones dentales y mucosas, que en este último caso pueden volverse malignas.
En el cerebro favorece los trastornos de atención, altera las funciones ejecutivas y la memoria, además provoca alteraciones psicomotoras.
Incrementa el desarrollo de trastornos psicóticos y depresión.
Los hombres pueden experimentar una disminución de los niveles de testosterona y de la libido, y una mayor acumulación de grasa mamaria.
Los cambios que provoca en el semen pueden a su vez derivar en infertilidad.


Como reconocer la adicción

Se puede decir que el consumo se ha convertido en adicción cuando:

  • Comienza a necesitar más dosis para lograr el mismo efecto.

  • Desea abandonar el consumo y no puede hacerlo.

  • Recurre a la marihuana para evadirse de sus problemas personales.

  • La interrupción del consumo produce síntomas de abstinencia, como sueño excesivo, debilidad, lentitud de movimientos y reflejos, tensión y ansiedad, pensamientos tristes o recurrentes estados depresivos.



El arte de tocar... y ser tocados


La presencia de una persona amada, querida o respetada por nosotros puede llegar a producir cambios psíquicos y fisiológicos en nosotros, ademas de modular nuestras emociones. Cuando no podemos tocar o acariciar a las personas que queremos se genera en nosotros un estado de ansiedad. Pero no solamente tocamos a personas que queremos o amamos... ¿que efecto puede producir ser tocados casualmente por alguien?



En un contexto de pareja o amistad, los besos, las caricias, los abrazos... el contacto en general actúa estimulando el flujo de oxitocina, serotonina y dopamina.
Cuando abrazamos a alguien, generamos oxitocina, la oxitocina dispara los circuitos de confianza en el cerebro y esto genera un estado de cercanía entre quienes se abrazan. Con el abrazo, también, se libera dopamina y serotonina, esto explica la sensación de bienestar, armonía y relajación en ese momento.


Tocar para hacer el bien

Pero la gente no solo se toca por amor, ser tocado o simplemente rozado por otra persona puede causar curiosos efectos en nosotros... veamos.
En el Wheaton College de Chicago (Usa), se realizó un experimento en una cabina de teléfono, donde un investigador dejaba olvidada intencionalmente una moneda de diez centavos, estando dentro de la cabina, esperaba que alguien se parara a esperar en la puerta de la misma, cuando salía y la otra persona entraba, rozaba o no a las personas. Cuando las personas sentían un ligero roce en el brazo, eran más propensas a devolver la moneda olvidada, mientras que los no tocados, fueron menos propensos a devolverla.

Los estudiantes que reciben un toque en la espalda en señal de apoyo de parte de sus profesores, tienden a prestar más atención y mostrar más interés en las clases que aquellos estudiantes que no lo reciben.

Según un estudio de la Universidad Bretagne (Francia), a los pacientes que el doctor en una consulta médica les da un toque empático, tienen la impresión de que la visita ha sido mas larga de lo que realmente fue y se sienten más satisfechos en comparación con aquellos pacientes a los cuales no se les brindó esta muestra de empatía.


Un toque de confianza

En una ocasión se evaluó a personas que firmaban una petición, cuando a las personas no se les tocó, sino que simplemente se les pidió que firmasen, sólo el 45% de ellas lo hicieron, pero cuando se les tocó levemente en el brazo, el 80% de ellas dio su firma.


Solidaridad en un toque

Una vez un investigador francés realizó un sondeo, dejaba caer sus cosas al suelo a propósito, cuando no hubo ningún roce ni toque con nadie alrededor, el 63% de las personas que pasaba por el lugar le ayudó a recogerlas, pero cuando hubo contacto humano, el 90% de las personas le ayudó a levantar sus pertenencias.


Para terminar, justo es decir que cuando nos referimos a un "toque", nos estamos refiriendo a un roce suave o sutil en el brazo de la otra persona, de forma que no se sienta agredida por el contacto físico de un desconocido.
Como hemos visto, el roce es una poderosa herramienta persuasiva y puede lograr que, en determinados casos, la otra persona se comprometa con nosotros y que incluso, puede ayudarla a sentirse mejor.



¿Por qué sentimos envidia?


La envidia, uno de los siete pecados capitales, es un gran sentimiento de frustración, una emoción negativa ante algún bien de otra persona, a la que por ello desearíamos hacerle daño, consiente o inconscientemente.
¿Por qué?



¿Como es una persona envidiosa?

Principalmente es una persona insatisfecha, ya sea por frustración, represión o inmadurez, que a menudo, no sabe que lo es. Por eso siente mucho rencor contra los que poseen algo... ya sea dinero, éxito, belleza, poder, felicidad, etc. que él también desea pero no puede o no quiere desarrollar.
De este modo, en vez de aceptar sus carencias o percatarse de sus deseos y facultades y darles curso, el envidioso odia y desearía destruir a toda persona que le recuerda su privación.


Cuestión de hormonas

Una de las hormonas que se liberan en el hipotálamo se llama oxitocina, esta hormona, llamada comúnmente la hormona del amor, juega también un papel fundamental en multitud de respuestas relacionadas con el comportamiento humano, como son la agresividad, la generosidad, la empatía, la confianza y la envidia.
Por ejemplo, cuando una persona tiene una emoción positiva hacia otra, la oxitocina la potencia, pero si la empatía va hacia un sentido contrario, la oxitocina promueve las emociones negativas que, como dijimos, la envidia es una de esas emociones. Podríamos decir que la oxitocina se comporta como un potenciador de los sentimientos sociales.
Además, está comprobado científicamente que cuando a la persona que es envidiada le va mal, el cerebro del envidioso reacciona liberando dopamina, la hormona del placer, lo cual le produce una sensación de bienestar.


¿El envidioso, puede dejar de serlo?

Por supuesto, como dijimos antes, la oxitocina potencia tanto los sentimientos positivos como los negativos, si somos capaces de neutralizar los sentimientos negativos, estaríamos ganando la batalla contra la envidia, el problema es como neutralizar esos sentimientos, a continuación mostramos una lista de como poder lograrlo.

  • Favorece la confianza, desarrollando expectativas y modelos positivos sobre las relaciones sociales.

  • Estimula la empatía, o sea, la capacidad de ponernos en lugar del otro.

  • Relativiza las diferencias sociales y elige adecuadamente con quién, cómo y cuándo compararse.

  • Valora correctamente tu capacidad, sin infravalorarte ni sobrevalorarte.

  • Colabora con los demás, es un buen medio para dotarnos de la pericia que requiere resolver los conflictos que causan envidia.

  • Relativiza tu propio éxito, no magnificarlo. Y, si es posible, tomarlo incluso un poco en broma.

  • Interpreta tu progreso personal mediante la comparación con tus competencias y habilidades, no con las de otros.

  • Acostúmbrate a centrar la atención en los aspectos más positivos de la realidad, no siempre en los negativos.



¿Cambia el dinero nuestra forma de ser?


¿Qué cambia en nosotros el hecho de tener más dinero?... Hay una creencia popular de que la gente que tiene más dinero es tacaña, menos bondadosa y más hipócrita. ¿Es cierto esto?, La Universidad de California ha realizado una investigación.
Veamos cuales son las conclusiones.



En dicha investigación se estudió la relación entre el nivel socioeconómico de las personas y su bondad, amabilidad y compasión hacia el prójimo.

Una parte del experimento consistía en poner a 2 personas a jugar al "Monopoly", un conocido juego de bienes raíces, pero con dinero de verdad.
Uno de los jugadores no tenía posibilidad alguna de ganar ya que los investigadores cambiaron las reglas del juego a favor del otro, por lo cual uno de los participantes ganaba mucho dinero y el otro perdía el suyo.

En una sala contigua, los investigadores observaban la partida, examinando cada expresión emocional de los jugadores. Notaron que al principio, el ganador se sentía incómodo por el hecho de estar ganando mucho dinero, con una expresión de compasión hacia su contrincante.

Pero de pronto todo cambia, y cuanto más dinero acumula el ganador, se le va pasando el malestar y empieza a jactarse del perdedor, a calcular fríamente cada jugada y a actuar despiadadamente frente al que va perdiendo.

Los investigadores concluyeron que, tomando en cuenta otros estudios, la evidencia que se manifiesta en esta investigación sugiere que hay una brecha entre la cantidad de dinero que tiene una persona y su amabilidad.
El hecho de tener más riqueza cambia a la persona para mal, que los ricos son menos empáticos y sienten menos compasión por los demás, son menos éticos y menos solidarios que personas con menos ingresos.

En los últimos años, la desigualdad económica ha sido objeto de varios estudios psicológicos sobre las diferencias entre ricos y pobres.
En algunos de los experimentos más conocidos, los investigadores concluyeron por ejemplo, que conduciendo un automóvil, los ricos son más propensos a no respetar las reglas del tránsito.

"Las individuos adinerados por lo general tienden a darle prioridad a sus propios intereses", explican los investigadores. "Esto los hace más propensos a mostrar características negativas, que generalmente están asociadas a personas insensibles y carentes de solidaridad... otra posibilidad, es que no puedan reconocer las señales de sufrimiento, porque en sus vidas no tienen que luchar con tantos obstáculos como las personas menos favorecidas económicamente".

Vale aclarar que no todos están de acuerdo con este tipo de investigaciones, por ejemplo, algunos señalan que personas como Bill Gates, una de las personas más ricas en el mundo, ha sido uno de los mayores donantes de obras de beneficencia y organizaciones dedicadas a la caridad.



Cuanto tarda en degradarse todo lo que tiramos a diario


Prácticamente todos los seres humanos a diario nos deshacemos de algo que ya no nos sirve... un pedazo de papel, restos de comida, ropa y muchos otros objetos que ya no nos son útiles. Veamos cuanto tardan algunos en desintegrarse totalmente.



Es bueno aclarar que en la biodegradación de un objeto entran a tallar algunos factores, uno importante es el clima, no se degrada de igual manera en un clima caluroso que en un clima frío, los valores que se detallan a continuación son estimativos de un clima templado.

La fruta o los restos de ella que tiramos puede tardar de 1 a 6 meses en degradarse totalmente.

El papel demora 1 año ya que básicamente esta compuesto por celulosa, con lo que bajo la acción de hongos y bacterias se descompone integrándose sus componentes orgánicos en el suelo.

Una colilla de cigarrillo tarda de 1 a 2 años, si se encuentra en agua, la degradación es más rápida, pero también más contaminante.

Un trozo de chicle requiere 5 años para desintegrarse. Por acción del oxígeno del ambiente, se convierte en un material muy duro que con el tiempo empieza a resquebrajarse hasta desaparecer.

Debemos esperar 50 años para que una lata de refresco desaparezca totalmente.

Los encendedores están hechos de acero y plástico por lo tanto su degradación demorará unos 100 años.

El calzado deportivo está compuesto por cuero, tela, goma y espumas sintéticas. Por lo cual tiene varias etapas de degradación. Lo primero que va a desaparecer son las partes orgánicas de cuero y tela. Sin embargo, su interior no puede ser degradado, simplemente se reduce a moléculas más simples y este proceso tarda unos 200 años.

Las bolsas de nylon (polietileno) que nos dan en el super, pueden tardar de 100 a 400 años en degradarse, depende de su espesor, densidad y de las condiciones climatológicas y ambientales.

Las botellas de plástico tan utilizadas en los últimos años demoran de 100 a 1000 años en desaparecer y esto se debe a que la mayoría está hecha de 'tereftalato de polietileno', un material difícil de descomponer ya que los microorganismos no tienen mecanismos para atacarlos.

Los vasos desechables de 'polipropileno' que utilizan las compañías de 'fast-food' tardan 1000 años en degradarse.

Las pilas poseen elementos extremadamente contaminantes y que no se degradan totalmente, como el mercurio, el plomo, el cromo, el arsénico, el cinc o el cadmio. A los 50 años se inicia su degradación, pero seguirán teniendo una carga tóxica durante más de 1000 años.

Las botellas de vidrio son objetos muy resistentes y pueden tardar hasta 4 mil años en desaparecer. Aunque el vidrio es un material frágil, porque se rompe fácilmente, para los componentes naturales del suelo es una tarea titánica degradarlo.



Personas que no nos caen bien


"La primera impresión es la que cuenta"... lo hemos escuchado muchas veces y al parecer no es solo una frase, sino que tiene su sustento científico.
Una investigación publicada en el "Journal of Psychology" nos explica porque cuando una persona nos causa mala impresión, incluso sin llegar a conocerla, después es difícil cambiar esa opinión.



Supongamos que un compañero nuevo de trabajo no nos cae bien o nos causa una mala impresión la primera vez que lo vemos, días después lo vemos en una reunión de amigos, y vemos que en realidad no era una persona desagradable.
Pero aún asumiendo que nuestra primera impresión había sido errónea, seguiremos teniendo un cierto recelo hacia ese individuo, y sólo sentiremos que es una persona agradable en un contexto similar al de la reunión, es decir en un ambiente distendido, en una fiesta. Sin embargo en todos los demás contextos, seguirá dominando la primera impresión.

Un grupo de investigadores de la universidad de Western Ontario, Canadá, ha realizado estudios en los cuales a los participantes de un test se les presentaba información positiva o negativa sobre un cierto individuo que veían en la pantalla de un ordenador.
Luego se les presentaba nueva información sobre el mismo individuo que era inconsistente con la que se brindó originalmente. Para estudiar el contexto, los investigadores cambiaron el fondo de pantalla del ordenador cuando los participantes se formaban una impresión del individuo. Descubrieron que la nueva información, influenciaba a los participantes sólo cuando se les presentaba al individuo con el mismo fondo de pantalla en el que habían aprendido esa nueva información.

Según los investigadores, nuestro cerebro almacena experiencias que se saltan lo que esperamos como excepciones a la regla, de forma que la regla es siempre tratada como válida, excepto para el contexto específico en el que la regla no fue cumplida.


Resumiendo

Generalmente tendremos desconfianza de quienes nos hayan producido una primera mala impresión y por el contrario, suele suceder que seguiremos confiando a rajatabla en quienes nos hayan caído bien al principio, incluso por más que nos traicionen más de una vez. Todo dependerá del contexto.



Hombres limpiando, hombres felices


Menos culpa y menos pleitos... un estudio publicado por la Universidad británica de Cambridge revela que el hombre que vive en pareja y realiza tareas domésticas es más feliz que aquellos que no las hacen.



Los investigadores encuestaron a hombres que vivían en pareja de varios países de Europa sobre como dividían su tiempo entre la vida particular y laboral y los posibles conflictos que esto les generaba... y los resultados arrojaron que el tiempo dedicado a cocinar, lavar los platos, limpieza en general y tareas para el mantenimiento de la casa es cada vez mayor en el sexo masculino.
Los científicos esperaban ver cierto nivel de estrés en hombres que realizaban tareas de la casa, pero para su sorpresa encontraron que aquellos que dedican parte de su tiempo a tareas hogareñas son más felices y están menos estresados.

Los autores del estudio sugieren que estos resultados son producto de varios factores, uno de ellos, es la cantidad de hombres que asume la igualdad de género y ve con buenos ojos realizar tareas domésticas, otro factor importante es que el hombre ayuda de esta forma a su pareja a que tenga más tiempo para sus tareas laborales o de formación profesional.
Otro factor significativo es que muchos hombres se sienten felices al pensar que realizando tareas domésticas evitan posibles conflictos en la pareja.