Cuáles son las señales calmantes de los perros y cómo funcionan


Una investigación muestra que las señales calmantes son gestos de apaciguamiento de un perro hacia otro perro para reducir el nivel de agresividad.


perros

Hace unos días observé a dos personas que paseaban perros. Una tenía un pastor alemán grande y la otra un cocker spaniel bastante más pequeño. En un momento, el pastor alemán miró al cocker de manera dominante y soltó un fuerte gruñido. El cocker cayó de inmediato de modo que su vientre se apoyó contra el suelo. Posteriormente evitó la mirada amenazadora y sacó su lengua de la boca en un movimiento que parecía estar lamiendo el aire. En ese momento, el pastor alemán pareció haberse aplacado por la reacción del cocker, le dejó de mirar fijamente y se enfocó en otra cosa.
En el momento, en que la amenaza había desaparecido, el cocker se levantó y también pareció restarle importancia al hecho.

La interpretación de esta situación, es que el pastor alemán mostró un comportamiento agresivo y el spaniel respondió con un conjunto de señales calmantes que mostraron que él no representaba una amenaza, rápidamente el nivel de agresividad se redujo.

El término señales calmantes fue introducido en 1996 en un libro de la reconocida entrenadora de perros noruega Turid Rugaas. En dicho libro, la autora describe alrededor de 30 formas de comportamiento o lenguaje corporal que los perros utilizan en interacciones sociales con otros perros, particularmente en momentos donde se sienten incómodos o amenazados, esto tiende a disminuir la probabilidad de que el otro perro actúe agresivamente. Algunas de las señales más comunes son:

  • Mirar hacia otro lado
  • Girar el cuerpo de modo de quedar de lado o de espalda con el otro perro
  • Bostezar
  • Hacer un gesto suave (orejas hacia atrás, la boca cerrada y párpados hacia arriba)
  • Quedarse quieto
  • Lamerse los labios
  • Olfatear el suelo
  • Sentarse
  • Acostarse (vientre contra el suelo y patas hacia adelante)
  • Rascarse
  • Parpadear
  • Cola hacia abajo y con movimientos lentos

Sin embargo, también es posible que algunas de estas señales sean simplemente signos instintivos de estrés y no sean elegidas por el perro amenazado como un medio de comunicación. Por ejemplo, es sabido que el bostezo es un signo de estrés en los perros. Además, algunas de las señales calmantes pueden ser simplemente lo que los especialistas llaman "comportamiento de desplazamiento" que ocurre cuando un animal está en conflicto entre dos impulsos, como querer acercarse a algo pero, al mismo tiempo, no estar seguro de hacerlo.


Un estudio

Dada la ausencia de investigación rigurosa que demuestre que dichas expresiones, en realidad, son señales de apaciguamiento, un equipo del Departamento de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Pisa (Italia) realizó un estudio donde se analizó a 24 perros (12 hembras y 12 machos) que fueron grabados en vídeo interactuando con otros perros. Los perros estudiados fueron puestos en espacios con canes conocidos y desconocidos. En el transcurso de la investigación, se pudieron observar un total de 2130 señales calmantes.


El comportamiento de cada uno se analizó durante cuatro encuentros de cinco minutos sin correa, en los que el perro se reunió con 4 canes diferentes: un perro conocido y otro desconocido del mismo sexo, y un perro conocido y uno desconocido de distinto sexo.

Las señales calmantes más frecuentes fueron mirar hacia otro lado, lamerse los labios, quedarse quieto y girar el cuerpo. La mayoría de las señales ocurrieron cuando los perros estaban bastante cerca y, en general, se vieron más señales entre perros desconocidos, que entre conocidos. Esto tiene sentido ya que las interacciones con desconocidos contienen una mayor posibilidad de amenaza, y tal vez enviar una señal calmante podría ser una costumbre canina para evitar la hostilidad.


¿Las señales calmantes realmente hacen la diferencia?

Durante este estudio hubo 109 casos de comportamientos agresivos. Ninguno de estos actos agresivos siguió a una señal calmante, lo que sugiere que si se hubiera emitido una señal, la agresión podría haberse evitado. Algo que parece apoyar esta idea es el hecho de que en el 67% de los casos en los que la agresión acababa de ocurrir, al menos una señal calmante se produjo inmediatamente después. La eficacia de esa señal calmante es apoyada por el hecho de que en más del 79% de los casos en que se produjo después del acto agresivo inicial, la hostilidad disminuyó. Este tipo de datos ciertamente apoya la idea de que las señales calmantes realmente tienen un efecto.

Lamentablemente, dicho efecto no fue universal. Los investigadores reportaron que hubo un perro que no respondía a las señales calmantes de los otros perros y continuaba la agresión como si no se hubiera dado ninguna señal. En este caso, quizás podríamos hacer un paralelismo con los psicópatas humanos. Se ha demostrado que los psicópatas no responden al contenido emocional de la comunicación de otras personas y parecen no mostrar empatía alguna. Teniendo en cuenta esto, hay razones para creer que un análogo a la psicopatía humana pudiera existir también en los perros.

Si ignoramos los datos de este posible caso de psicopatía canina, los resultados del estudio parecen dar que las señales calmantes dadas por un perro pueden realmente cambiar el comportamiento de los canes que reciben estas señales y reducir el nivel de agresividad. Sin embargo, los investigadores describen su experimento como un estudio piloto, y todavía deja algunas preguntas sin respuesta. Por ejemplo aún no sabemos si estas señales son exhibidas realmente por los perros como un intento consciente de calmar una situación potencialmente amenazadora.

Sabemos que los perros tienen empatía por otros perros en apuros. Tal vez, las señales calmantes no son una comunicación en el sentido estándar de la palabra, sino que proporcionan información al perro potencialmente agresivo. Los perros perciben el estado emocional de otros perros, y posiblemente, viendo que el perro que están enfrentando está estresado y actuando sumisamente, el agresor entiende que dicho perro no representa ningún peligro y, por tanto, sus impulsos agresivos desaparecen.


Referencias:
http://www.goodreads.com/book/show/396927.On_Talking_Terms_with_Dogs
http://www.journalvetbehavior.com/article/S1558-7878(16)30246-5/abstract



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