Sabemos que los niños pequeños coordinan sus ritmos cardíacos, temperatura y nerviosismo con sus padres. ¿Pero las parejas adultas también se sincronizan? Las personas que están en una relación de pareja muestran ciertos patrones similares en el comportamiento de la hormona cortisol, y también de la testosterona. Pero esto podría estar indicando una relación en problemas.
Con respecto a este tema, la investigadora de la Universidad de California, Darby Sabxe, y un grupo de colegas realizaron una serie de estudios en parejas casadas. Cada miembro de la pareja aportó una muestra de saliva cuatro veces al día durante tres días (12 muestras en total), además de llenar diariamente un cuestionario que les daba a los investigadores una pauta sobre el estado de ánimo de cada individuo.
Lo que encontraron los autores del estudio fue que, efectivamente, las parejas estaban conectadas: en cada ocasión que el cortisol de una persona estaba más alto de lo normal, por lo general, el de su pareja también lo estaba.
También se observaron los índices momentáneos de estado de ánimo de cada persona, y encontraron que también estaban sincronizados: si un individuo calificaba su humor más negativamente, el humor del compañero/a era más probable que fuera negativo.
¿Es esta una buena noticia?
Esto parecería ser una buena noticia ¿verdad? Las parejas tienden a sincronizarse, lo que significaría que más vinculados estarían. Al menos, eso era lo que pensaban los autores. Pero la realidad marcó todo lo contrario: Las parejas cuyo cortisol estaba más estrechamente vinculado, eran las que reportaban en los cuestionarios una menor satisfacción en la relación.
Este resultado sorprendió al principio, pero si recordamos que el cortisol es la hormona del estrés, es factible también que las personas en parejas infelices podrían ser más reactivas a los estados de ánimo negativos de su cónyuge, quizás exacerbando sus experiencias cotidianas estresantes.
En cambio, las parejas felices podrían ser mejores en equilibrar la irritación del otro. Después de todo, cuando llegas a casa con un estado de ánimo pésimo, quieres que tu pareja te tranquilice, no que te haga acumular más estrés.
Dado que el cortisol desempeña un papel en el metabolismo y el funcionamiento del sistema inmunológico, los factores a nivel de pareja que causan un cortisol fuera de control, también pueden contribuir a la salud a largo plazo. Sabiendo que las parejas infelices pueden sincronizar su cortisol más fuertemente, nos da una idea hasta que punto los matrimonios conflictivos pueden ser perjudiciales para la salud.
En otro estudio, realizado por Robin Edelstein de la Universidad de Michigan, también se había hallado una sincronía de patrón opuesto en los niveles de testosterona durante el embarazo. Las muestras tomadas a padres y madres durante el período de gestación mostraron que aquellos padres cuyos niveles de testosterona estaban más correlacionados con el de la madre, tendían a ser más comprometidos y satisfechos con la paternidad después del parto.
El patrón opuesto se debe a que la testosterona femenina aumenta conforme avanza el embarazo, en cambio la del hombre va decayendo.
Aunque se haya encontrado que la sincronía del cortisol aparece en relaciones más conflictivas, en este caso, la testosterona más correlacionada predijo un mayor compromiso paterno. Esta diferencia se debe a la desigual función de estas hormonas: el cortisol desempeña un papel en el estrés y la testosterona en la reproducción.
Para terminar, recuerde que el estrés de su cónyuge también puede afectar su cuerpo, así que trabaje en cultivar la calma cuando su pareja se agite. Encontrar maneras saludables de combatir la tensión ayudará a mantener no sólo la relación, sino también sus hormonas en equilibrio.
Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20053034
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ajhb.22670/abstract
No hay comentarios:
Publicar un comentario