Muchas veces hemos escuchado, por ejemplo, ante un hecho de violencia incalificable llevado a cabo por seres humanos, que poco o nada ha cambiado en el cerebro desde que el hombre abandonó las cavernas, es decir, que cognitivamente hablando seguimos siendo seres primitivos ataviados en ropas modernas.
Si bien en determinados hechos nuestro "cerebro primitivo" puede ejercer influencia, la idea general de que los humanos son seres mal adaptados para la vida moderna es exagerada. Por ejemplo, hace 10 mil años el hombre experimentó cambios genéticos para desarrollar tolerancia a la lactosa, para de esa forma poder digerir la leche de vaca.
Asimismo, las poblaciones del norte de Europa evolucionaron hacia una piel más pálida debido a una luz solar menos intensa, ya que necesitaban menos melanina para protegerse del sol, esto produjo cambios genéticos para que sus cuerpos pudieran maximizar la producción de vitamina D (que producimos con la exposición al sol), que además, era muy deficiente en una dieta basada en cereales.
Sin embargo, estos casos de adaptación basados en genes no han sido tan comunes. Son las transformaciones de la biología cerebral en respuesta a condiciones ambientales cambiantes, las más impresionantes.
Domesticación de perros, pérdida de audición y ganancia de CI
Un cambio profundo en las vidas de nuestros antepasados fue la domesticación de perros para la caza, esto ayudó a detectar animales a gran distancia. Los perros tienen una audición fantásticamente sensible. Cuando fueron domesticados, hace unos 50 mil años, paralelamente, hubo una disminución en la capacidad auditiva humana. Tan sustanciales fueron esos cambios que permitió que áreas sensoriales del cerebro se encogieran lo suficiente como para que el cambio fuera visible en los cráneos de aquella época (2).
Experimentos con perros revelaron que si los animales son criados en entornos más cognitivamente estimulantes, su cerebro crecerá ligeramente. Fenómenos similares se aplican a los seres humanos: a medida que las economías se desarrollan y nuestros entornos físicos y sociales crecen y se hacen más complejos, las puntuaciones de CI aumentan, un fenómeno conocido como efecto Flynn.
Por ejemplo, el cerebro de un lector funciona muy diferente al cerebro de alguien que nunca aprendió a leer. Del mismo modo, aprender a tocar un instrumento musical altera la forma en que el control de los dedos está representado en la corteza motora. Una investigación ha demostrado que los taxistas de Londres, que deben dominar los itinerarios por las calles de esta gran ciudad, utilizan más energía en su amígdala.
Adaptaciones sociales
Entre muchos animales que son sociales, los machos experimentan un equilibrio entre la progenie y el cuidado parental. En el caso de las golondrinas, los machos físicamente atractivos (que poseen largas colas bifurcadas simétricas) dedican menos tiempo a cuidar a la descendencia y más tiempo a buscar nuevas parejas.
Entre los seres humanos, este equilibrio se desarrolla de muchas maneras diferentes. Para los estudiantes universitarios, hay una relación entre el tiempo dedicado a estudiar y el tiempo dedicado a la diversión.
En las últimas décadas, en particular los estudiantes varones, han hecho hincapié en la diversión por sobre el estudio, con la consecuente disminución de títulos universitarios, que ahora son muy inferiores a los de las mujeres.
Por supuesto, muchas explicaciones se han ofrecido debido a la baja en el rendimiento académico masculino, algunos científicos lo conectan con el comportamiento sexual. Es que esto podría deberse al gran aumento en las relaciones sexuales entre personas solteras, facilitado por el uso generalizado de anticonceptivos eficaces, entre otros factores.
La existencia de un gran número de mujeres solteras sexualmente activas significa que los hombres no tienen que casarse para disfrutar de una vida sexual satisfactoria, como había ocurrido en generaciones anteriores. Entonces, ¿por qué trabajar duro en desarrollar una carrera para hacerse deseable para el matrimonio, si ahora es posible atraer a parejas sexuales fácilmente?
Al mismo tiempo que el esfuerzo académico masculino está disminuyendo, el rendimiento femenino ha aumentado. Evidentemente, ellas ya no pueden confiar en los hombres para obtener ingresos. De esta forma, tanto mujeres como varones van ajustando su comportamiento, para adecuarse a los cambios adaptativos que se producen con el tiempo. Lo mismo ocurre con las sociedades.
Los seres humanos cambiamos adaptativamente para coincidir con el entorno social del momento, no hay duda de que lo hacemos. Por lo tanto, la repetida afirmación de que los humanos modernos son seres de las cavernas elegantemente vestidos, es equivocada.
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