Una de las cosas que más han estudiado los expertos en relaciones de pareja, es poder predecir lo que nos resultará atractivo de otra persona.
Pero en este mismo proceso, las investigaciones han hallado que, en muchos casos, lo que era inicialmente atractivo puede ser lo que haga fallar dicha relación. Los expertos llaman a esto "atracción fatal".
Esencialmente, la "atracción fatal" se produce cuando ocurre que el comportamiento o determinada característica específica de una persona, que en un principio le pareció relevante a su pareja, es el mismo comportamiento o característica que provoca el final de la relación.
Pongamos un ejemplo, imagine que a una chica le atrae Juan porque es espontáneo. En las primeras etapas de la relación, la espontaneidad de Juan puede parecer divertida y emocionante. Pero a medida que la relación progresa, la chica comienza a ver a su novio como impredecible, esto entonces puede convertirse en una causa de ruptura.
Lo que dice la investigación
Con el fin de comprender mejor esta situación, la socióloga y profesora de la Universidad de Pennsylvania, Diane Felmlee, realizó un estudio con 301 personas de ambos sexos que recientemente habían finalizado una relación de pareja. Lo que encontró fue que en 81 de esos casos, la ruptura se debía a la "atracción fatal". Además halló tres patrones comunes:
1.) Diversión: Este fue el proceso de "atracción fatal" más común. En dicha situación, las personas fueron inicialmente atraídas por alguien porque era "divertido". Pero ese mismo comportamiento se volvió problemático. Imagine ser atraído o atraída por alguien que siempre está haciendo bromas y raramente está serio. Esto puede parecer atractivo al principio, pero, con el tiempo, este comportamiento puede ser percibido como una falta de madurez.
2.) Dominador: Suele ocurrir que la gente se siente atraída por una pareja debido a que es una persona muy confiada y segura de si misma. Sin embargo, más adelante, la persona empieza a ver estos comportamientos como demasiado autoritarios y dictatoriales.
3.) Espontaneidad: Esta "atracción fatal" implica ser atraído o atraída por otra persona debido a determinadas características, como ser espontáneo o desenvuelto. Pero, más tarde, es probable que este mismo comportamiento se perciba como carente de previsibilidad o poco fiable. Es un ejemplo similar al de "Juan" que se describe más arriba.
¿Por qué ocurre este proceso?
Es sabido que la similitud es un predictor clave de la atracción (a pesar de que se diga, erróneamente, que los opuestos se atraen). Por lo tanto, una explicación para la atracción fatal es que determinado comportamiento o característica atractiva, con el tiempo, se torna una disimilitud en la relación. Y a los seres humanos no nos gusta la incertidumbre, esto se ve claramente cuando nos reunimos por primera vez con alguien, tratamos de averiguar lo más posible de esa persona y recién dejamos de hacer preguntas cuando encontramos que tenemos algo en común con dicho individuo, es decir, un área de similitud o un espacio de superposición.
Un ejemplo, considere cuando conoce a alguien que fue a la misma Universidad que su primo. Su inclinación natural es indagar: "mi primo también fue a esa Universidad, se llama Joaquín Pérez, ¿lo conoces?..." Si lo pensamos bien, sabemos que es muy lejana la posibilidad de que se conozcan, ya que pudieron asistir en épocas diferentes, además de que a una universidad asisten miles de estudiantes. Sin embargo, nos apegamos a la posibilidad de similitud.
La investigación de Felmlee revela que los individuos pueden ser atraídos por supuestas fortalezas de otra persona, y en algunos casos, hasta pueden ser conscientes de las fragilidades asociadas desde el principio, pero optan por ignorar o minimizar estas debilidades. Pero cuando la luna de miel ha terminado, y la atracción se vuelve menos intensa, estas características ya son difíciles de ignorar.
Referencia:
http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0265407595122009
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