Perros con genes de lobo


lobo

Gracias a los avances producidos en la genética, ahora es posible examinar las razas de perros de una manera totalmente nueva. No sólo se puede determinar las especies ancestrales silvestres de las que nuestros perros son descendientes, sino que también es posible establecer una línea de tiempo que permite ver lo cerca que está una determinada raza del lobo primitivo del cual evolucionó. Esto se hace mediante un análisis llamado cladograma genético. Un cladograma es una especie de árbol genealógico evolutivo, con distintas ramas representando razas o especies caninas.

Este tipo de análisis muestra que hay una serie de razas de perros que evolucionaron directamente a partir de lobos primitivos y se han mantenido relativamente sin cambios desde la separación. Dichas razas son muy diferentes a las razas más modernas, que son producto de prácticas de cría controlada desde hace cientos de años. Si nos fijamos en el cladograma de abajo podemos ver que cercanas al lobo antiguo tenemos una serie de razas asiáticas: los Shar-Pei, Shiba Inu, Chow Chow y Akita. Un perro africano, el Basenji. Algunos derivados del Spitz, como el Husky Siberiano y el Malamute de Alaska y otros originarios de Medio Oriente, como el afgano Hound y el Saluki.
Todas las demás razas son más recientes, surgieron bastante más adelante y están lejos de su antepasado lobo primitivo.

razas de perros

Lobos y perros

Los temperamentos de lobos y perros son muy diferentes. Una de estas diferencias radica en la incapacidad de los lobos de formar apego con los humanos.
Varios estudios han demostrado que incluso un lobo criado desde muy pequeño por una persona, de adulto no mostrará el mismo comportamiento afectivo que un perro domesticado. Incluso los investigadores coinciden en que las razas de perros que están genéticamente más cerca de los lobos muestran menos afecto por las personas.

En este sentido, un equipo de investigación del Departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad de Azabu (Japón) y de la Universidad de Pennsylvania (EEUU) realizaron un amplio estudio que abarcó datos de casi 3 mil propietarios de perros en Japón y más de 10 mil en Estados Unidos. Para tal sondeo, se dio a cada dueño el cuestionario estándar C-BARQ (Canine Behavioral Assessment and Research Questionnaire) que mide una variedad de características del perro, incluyendo la agresión, afecto, apego, nivel de obediencia, etc.


Los investigadores encontraron que el apego y los comportamientos prosociales de las razas antiguas fueron diferentes a las puntuaciones de cualquier otra raza de orígenes más actuales. Al igual que los lobos domesticados, las razas de perros más primitivas mostraron un bajo nivel de afecto y perecen ser más emocionalmente indiferentes a los seres humanos con los que viven.

Según los autores del estudio, dichos datos nos brindan evidencias sobre la forma en que la domesticación de perros, y el desarrollo de las distintas razas, podrían haber ocurrido. Esto se debe a que, a pesar de la falta de apego que muestran estas razas, también es cierto que las reacciones agresivas y los niveles de miedo que demuestran hacia los humanos son relativamente bajos. Por lo tanto, esto sugiere que la domesticación de nuestros perros pudo haber implicado un proceso de dos etapas, la primera que incluyó la selección y cría de perros de baja agresividad y mínimas tendencias temerosas para ayudar al hombre en múltiples propósitos. Sólo más tarde, en la segunda etapa de domesticación, los seres humanos empezaron a prestar atención a los comportamientos porsociales y comenzaron a criar perros que mostraban comportamientos de más búsqueda de atención y apego hacia las personas.


Referencia:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26680442



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