Psicólogos que estudian el comportamiento social de las personas, han realizado una gran cantidad de experimentos para intentar desentrañar cómo funciona en el hombre el hecho de mentir o decir la verdad. Y algunas conclusiones pueden resultarnos sorprendentes. Por ejemplo muchas personas creen que decidir decir la verdad o mentir está dentro de nuestro control consciente.
Investigadores de la Universidad de Harvard, han publicado un artículo según el cual, el ser honesto, el decir la verdad, es automático en algunas personas, para ello registraron la actividad cerebral usando imágenes por resonancia magnética funcional de voluntarios de un experimento mientras tomaban la decisión de mentir o no.
El experimento
A los participantes se les pedía que predijesen el resultado de lanzar una moneda al aire, pero que no lo dijesen hasta que la moneda cayese, con lo que tenían la posibilidad de mentir. Para motivarlos, se les pagaba por predicción correcta. Como control, otro grupo decía sus predicciones antes de que la moneda cayera. Posteriormente los investigadores midieron el nivel de éxito usando la estadística: se identificó a los mentirosos como aquellos que acertaban más de lo que la probabilidad era lógico que permitiese.
Los investigadores habían formulado la hipótesis de que si decidir decir la verdad era un proceso consciente (el resultado de resistir la tentación a mentir) las áreas del cerebro asociadas con el autocontrol y el pensamiento crítico se iluminarían cuando las personas dijesen la verdad. Si fuese automático, esas áreas permanecerían oscuras.
Lo que encontraron es que la honestidad es un proceso automático, pero sólo para algunas personas. Al comparar los escáneres de las pruebas con y sin la oportunidad de engañar, los científicos encontraron que para las personas honestas, el decidir decir la verdad no supone una actividad cerebral extra. Pero para los otros, el grupo deshonesto, tanto mentir como decir la verdad requiere actividad extra en las áreas asociadas con el pensamiento crítico y el auto-control.
Estos hallazgos, el automatismo de algunos actos que se suelen considerar decisiones conscientes, vienen a añadirse a otras investigaciones similares hechas en los últimos tiempos. Por ejemplo, en un artículo reciente psicólogos sociales de la Universidad de Yale (EE.UU.) especializados en respuestas automáticas, afirmaban que incluso nuestros procesos mentales superiores, desde la persistencia a la hora de realizar una actividad a la creación de estereotipos sociales pasando por pararse a ayudar a una persona necesitada, se realizan espontáneamente como respuesta a estímulos ambientales.
Conclusión
El estudio sugiere que la honestidad en particular es automática sólo para algunos, lo que se puede interpretar como que una parte de la población es honesta de forma natural, mientras que a la otra parte le cuesta decir la verdad o no dependiendo de las circunstancias. Esto recuerda a esa idea evolutiva de que los que engañan y los honestos deben coexistir en un porcentaje dado dentro del reino animal.