Los sentimientos de culpa y de vergüenza están estrechamente relacionados, ya que ambos crean emociones negativas, que a su vez, dan lugar a comportamientos autorregulados.
Sin embargo, mientras que la propensión a la culpa ha demostrado estar relacionada con la empatía y el funcionamiento adaptativo, la propensión a la vergüenza no solo no está relacionada con la empatía, sino que además se asocia a dificultades en las relaciones interpersonales.
Una investigación ha revelado que esta diferencia entre la culpa y la vergüenza, tiende a ir de la mano con la capacidad para reconocer las emociones en las expresiones faciales de los demás.
Un grupo de psicólogos de la Universidad La Trobe (Melbourne, Australia) contaron con 360 voluntarios durante el estudio, para examinar sus reacciones ante 11 escenarios negativos hipotéticos.
Los participantes realizaron diferentes tests para identificar las medias de propensión a la culpa y a la vergüenza de cada uno. Posteriormente efectuaron una prueba de reconocimiento de emociones faciales de distintas personas a través de un ordenador, en la cual se evaluó la capacidad de identificar los sentimientos de tristeza, ira, miedo, felicidad, asco y vergüenza.
Los resultados
El hallazgo clave fue que la propensión a la culpa tiende a relacionarse con una consistente capacidad en el reconocimiento de emociones faciales, incluso de entender las emociones de baja intensidad. No está claro si ser sensible a las emociones de otras personas contribuye al sentimiento de culpa o si es la propia propensión a la culpa lo que lleva a prestar más atención a las emociones de los demás. De cualquier manera, los investigadores creen que esto tiene que ver con evitar un comportamiento antisocial y el tener buenas habilidades para las relaciones interpersonales.
La historia de las personas con propensión a la vergüenza es bastante diferente. En general, los sentimientos de vergüenza no están relacionados con una mejor capacidad en el reconocimiento de las emociones, incluso todo lo contrario, ya que existieron claras señales de que la vergüenza está vinculada con una menor capacidad para reconocer expresiones en otras personas, sobre todo las expresiones de felicidad.
Este resultado encaja con anteriores investigaciones en las que se evidencian que las personas con propensión a la vergüenza tienden a tener pobres habilidades para la empatía.
Para terminar
Esta investigación fortalece la teoría de que la culpa y la empatía funcionan de forma relacionada, con una cierta sinergia, no así la vergüenza y la empatía.
Los resultados del estudio también pueden ayudar a explicar la relación inversa que existe entre los sentimientos de culpa y la tendencia a conductas agresivas.
Referencia: http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/02699931.2015.1072497
No hay comentarios:
Publicar un comentario