Sin olfato... sin amigos


Aquellas personas que nacen con escaso sentido del olfato experimentan una mayor inseguridad social y un mayor riesgo de padecer depresión, según un estudio publicado el 21 de marzo en la revista PLos ONE.



Cuando el olfato no funciona bien, la vida pierde algunos encantos, comemos mal, socializamos menos y como resultado, nos encontramos peor.

Los autores del estudio, dirigido por Ilona Croy de la Universidad de Medicina de Dresde en Alemania, hicieron una investigación con 32 personas que habían nacido sin el sentido del olfato, una enfermedad considerada como rara, más conocida como anosmia congénita aislada.

Con estos estudios encontraron que aquellas personas sin el sentido del olfato tienen un mayor riesgo a la inseguridad social, junto a un mayor riesgo a padecer depresión, y accidentes en el hogar.

Los resultados sugieren que el olfato desempeña un papel importante en estos comportamientos, escriben los autores.