Hay gente que le tiene fobia a la sangre, aproximadamente el 30 % de las personas según los últimos estudios de Isaac Marks, del Instituto de Psiquiatría de Londres. Este estudio también sugiere que el 15 % de los adultos se desmaya cuando dona sangre.
Pero ¿por qué nos produce tanta impresión la sangre? ¿Por qué se produce ese desvanecimiento?
El motivo se debe generalmente a una respuesta vasovagal hiperactiva, un miedo reflejo ancestral. Esta respuesta ralentiza el corazón y disminuye la presión sanguínea, haciendo que la sangre drene hacia las piernas. Así, la sangre menos rica en oxígeno se dirige al cerebro, produciendo mareos o incluso el desmayo.
Pero ¿esta respuesta tiene alguna explicación evolutiva? Joel Levy propone la siguiente en su libro Sabías que...
Se trata de un buen mecanismo de supervivencia si necesitamos hacernos los muertos frente a un depredador, una reacción que podría estar en el origen de la respuesta. Y, si estás sangrando, la reducción del ritmo cardíaco podría prevenir una excesiva pérdida de sangre. Pero en la mayoría de las situaciones, especialmente en las emergencias, en las que hay que estar despierto, es más bien una molestia.
¿La mejor forma de disminuir esta respuesta? Pues según Alan Manevitz, psiquiatra del Centro Médico Weill Cornell de Nueva York, lo mejor es exponerse a menudo a la sangre.