Según un nuevo estudio, la paternidad provoca un efecto contrario en la manera de cómo hombres y mujeres perciben las emociones de los bebés.
En la actualidad, una proporción cada vez más creciente de padres participan en la atención y cuidado de los bebés. Esto ha llevado a un mayor interés por parte de la ciencia en estudiar similitudes y diferencias en la forma en que madres y padres interactúan con sus hijos.
Algunas de las primeras conclusiones fueron que los padres tienden a participar en juegos más físicos, mientras que las madres pasan más tiempo entreteniéndolos con juguetes e interactuando socialmente.
Una nueva investigación publicada en la revista "Journal of Experimental Psychology" tiene un enfoque diferente, explorando de qué forma padres y madres perciben las expresiones emocionales de los bebés.
Los resultados sugieren que, en el caso de las mujeres, la maternidad las puede llevar a ser más sensibles a las emociones de los bebés. En cambio, en el caso de los hombres, la paternidad los puede volver menos perceptivos a dichas emociones.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, reunió a 110 personas para evaluar 50 imágenes de bebés cuyos rostros expresaban emociones positivas, negativas y neutras. Este grupo estaba compuesto por 29 mujeres que eran madres (edad promedio 29 años), 29 mujeres que no eran madres (edad promedio 26 años), 26 hombres que eran padres (promedio de edad 28 años) y 26 hombres que no eran padres (promedio de 26 años). En los casos de padres y madres sus hijos eran todos menores de 18 meses. Los participantes realizaron las evaluaciones mediante el uso de una tabla de puntajes que iba desde "muy positiva" a "muy negativa".
Los resultados
Tanto los hombres como mujeres que no eran padres, no difirieron demasiado en la forma que calificaron las emociones de los bebés. Por el contrario, entre hombres y mujeres que sí eran padres, allí se pudieron observar algunas claras diferencias. Por ejemplo, las madres tendieron a evaluar las emociones positivas de los bebés como más positivas y las emociones negativas como más negativas. En general, las madres mostraron cierta inclinación a dar puntuaciones más extremas, en ambas direcciones, que las mujeres que no eran madres.
En el caso de los hombres fue exactamente al revés, es decir, aquellos que eran padres mostraron una tendencia a evaluar las emociones de los bebés como de menor intensidad, que los hombres que no eran padres.
A modo de conclusión podemos decir que, mientras que la paternidad aumenta la percepción de la emocionalidad de un rostro infantil en la mujer, en los hombres parece disminuirla.
Si bien esta investigación es muy reciente y los resultados son preliminares, los autores aseguran que este estudio también nos puede dar algunas pistas sobre el surgimiento de algunas diferencias de género a partir de la paternidad, y también de ciertos contrastes en la forma de interactuar que se observan con frecuencia a partir de esta etapa, tanto en hombres como en mujeres.
Referencia:
http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/17470218.2016.1141967
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