En la mayoría de las culturas, el honor masculino es un tema central en la organización de la vida social. En muchas partes del mundo la defensa de la masculinidad tiene que ver con el resguardo de su reputación, en ocasiones empleando métodos violentos.
Un grupo de profesores de la Universidad South Florida dirigidos por el psicólogo Joseph Vandello, realizó un estudio llamado "masculinidad cuestionada" donde se investiga de que forma los hombres desean ser percibidos como masculinos y como a menudo hacen todo lo posible para "demostrar" su hombría, sobre todo cuando ésta ha sido cuestionada.
En ese sentido, cuando los hombres sienten cuestionada su masculinidad son más agresivos, toman resoluciones financieras de mayor riesgo, son más propensos a tomar decisiones 'blanco o negro' y evitan comportamientos que pueden ser estereotipados como femeninos (utilizar adornos en las muñecas, coleta en el pelo, etc.). La pesquisa además muestra que las amenazas de género también provocan ansiedad y estrés en ellos, y que muchas veces, esta ansiedad únicamente se reduce mediante agresividad.
En una de las pruebas más interesantes de la exploración, a distintos hombres heterosexuales se les realizó a cada uno un número importante de preguntas en la pantalla de un ordenador. Algunas de las cuales eran 'preguntas trampa' ya que estaban orientadas a ir, poco a poco, con el correr del cuestionario a ir poniendo en duda su masculinidad (hasta un punto de verdadera incomodidad).
Los investigadores midieron los niveles de testosterona y cortisol en los participantes antes del comienzo del cuestionario e inmediatamente después de finalizado el mismo.
Lo que encontraron fue que los hombres con altos niveles de testosterona no experimentaban aumento en sus niveles de cortisol después de haber sido puesta en duda su masculinidad. En cambio, los hombres con bajos niveles de testosterona si sufrieron un aumento importante de cortisol. Esto sugiere que los hombres con bajos niveles de testosterona están en mayor riesgo de sufrir estrés y ansiedad cuando su hombría es puesta en duda.
Según los autores del estudio, un punto importante es hacer notar que estas creencias ampliamente sostenidas acerca de que la masculinidad debe ser demostrada, crea expectativas que los hombres sienten que deben cumplir. Incluso aquellos hombres que de otro modo podrían rechazar los roles tradicionales de masculinidad, todavía pueden sentir que deben ganar estatus de hombría. Es decir, ciertos comportamientos varoniles pueden estar más impulsados por la creencia de que la virilidad es un estado precario y por tanto debe ser evidenciada, que por actitudes individuales propias del ser masculino.
Referencia: http://www.bps.org.uk/news/manhood-precarious-status
No hay comentarios:
Publicar un comentario