Incógnitas de la atracción física: desde la biología del cerebro hasta las modas


pareja

Los criterios de cómo emergen los diferentes gustos de la atracción física son sorprendentemente complejos. Si supiéramos exactamente cómo hombres y mujeres heterosexuales desarrollan una atracción física el uno hacia el otro, comprenderíamos mucho mejor la psicología humana. Lo que sí sabemos es que el fenómeno implica muchos niveles de explicación biológica, así como de diferentes tipos de aprendizaje.


Eventos antes del nacimiento

La investigación sobre la orientación de género indica que los eventos hormonales antes del nacimiento afectan el sexo que nos atraerá posteriormente (1). En el caso de los hombres, parece que la masculinización del cerebro a través de las hormonas sexuales aumenta la probabilidad de sentir atracción por las mujeres. Lo mismo ocurre en el sexo femenino. Una pista es el hecho de que las mujeres expuestas a niveles inusualmente altos de hormonas en el útero (por ejemplo, cuando embarazadas tomaban erróneamente el dietilestilbestrol, un estrógeno sintético utilizado hace años para disminuir el riesgo de aborto) sus hijas tenían más probabilidades de tener en la adultez una atracción sexual hacia mujeres (2).


Vale la pena señalar que muchas de las mujeres expuestas no desarrollaron una orientación lesbiana, en este caso, es probable que el ambiente prenatal tenga efectos relativamente débiles, y que además, se produzcan cambios durante la infancia y pubertad.

La infancia ha recibido también mucha atención como un momento crucial en el cual las diferencias de género surgen. Esto no es sólo una cuestión de imitar a los demás, dado que las diferencias de género, por ejemplo, en la actividad física y la agresividad, están vinculadas a los efectos de la testosterona durante el desarrollo prenatal. De lo contrario, los niños y niñas simplemente adquirirían una fuerte expectativa de que se casarán con un miembro del sexo opuesto sólo con observar los matrimonios de su comunidad.


La pubertad como otro comienzo

La pubertad marca el despertar sexual, al menos para la mayoría. Parece que el aumento en la producción de hormonas sexuales no sólo desarrolla determinadas características como barbas y senos, sino que también desencadena el deseo sexual en el cerebro.

Las chicas son más precoces que los chicos por varias razones y algunos de sus comportamientos sexuales preceden a la pubertad. Por ejemplo, la repulsión o simpatía en la mirada es un gesto de coqueteo visto en chicas muy jóvenes (3).
En las sociedades donde existe una expresión sexual libre, en promedio, ellas son sexualmente activas antes que los chicos, incluso antes de la pubertad (4). En general, es probable que la pubertad provoque una mayor atracción sexual hacia el otro género en la mayoría de las chicas, así como en la mayoría de los chicos.


Fetiches y condicionamiento pavloviano

Este fenómeno fue explorado en algunos polémicos experimentos en los que individuos varones estaban condicionados a la excitación sexual con una imagen de un par de botas negras que, en principio, no producían respuesta erótica alguna (5). Posteriormente, las botas fueron puestas al lado de una foto de una mujer atractiva desnuda. No sólo adquirieron la capacidad de despertar a los sujetos, sino que, en muchos casos, esta respuesta condicionada no mostró signos de desaparecer después de que la fotografía de la mujer ya no se mostrara.

Esto sugiere una notable flexibilidad en la respuesta sexual humana, y las implicaciones para una sexualidad normal parecen claras. Por ejemplo, para las personas en una relación estable, la respuesta sexual puede estar condicionada a aspectos de la pareja. De hecho, tal condicionamiento al servicio de un vínculo de pareja puede explicar por qué la excitación sexual está tan fácilmente condicionada.


El sexólogo Alfred Kinsey fue el primero en enfatizar la variabilidad en el comportamiento sexual humano y este punto es importante dado el sorprendente grado en que la atracción sexual puede ser condicionada por experiencias.

Además de las diversas capas de influencias biológicas, y el aprendizaje asociativo, la atracción sexual se ve afectada por modas y tradiciones en algunos aspectos notables.


Tradiciones y modas

En los países más pobres, los hombres se sienten atraídos por las mujeres que tienen mucha grasa, mientras que este nivel de atracción en los países desarrollados es escaso.

La lógica subyacente de tales cambios sistemáticos parece clara. En las sociedades donde es difícil conseguir lo suficiente para comer, la grasa corporal almacenada ayuda a las mujeres a superar los desafíos del embarazo y la lactancia. En los países desarrollados, donde hay un exceso de alimentos, las mujeres delgadas son percibidas como más competentes y más propensas a ser exitosas.


En las sociedades modernas, al tiempo que las mujeres tratan de perder peso y reducir la curvatura corporal, los hombres se afeitan el vello facial.

La barba es más popular en las sociedades conservadoras donde hay poco sexo prematrimonial. Esto sugiere que los hombres se afeitan para proyectar honestidad y transparencia en sociedades donde el sexo prematrimonial y casual es común.

Cualesquiera que sean las razones subyacentes, los hombres se sienten más atraídos por las mujeres gordas en algunas sociedades y por las flacas en otras. Del mismo modo, las mujeres prefieren a los hombres barbudos en algunos lugares y épocas, y a los afeitados en otras.

Todo esto se relaciona puramente con la atracción física. Los aspectos psicológicos de la selección de la pareja son aún más complejos -y posiblemente más importantes- que van desde el estatus social, la religión y la política hasta la compatibilidad de la personalidad, los intereses de ocio, los lazos familiares y la inteligencia.


Referencias: 1) Barber (2002) 'The science of romance'
2) Ehrhardt (1985) 'Sexual orientation after exposure to exogenous estrogen'
3) Eibl-Eibesfelt (1975) 'Ethology: The biology of behavior'
4) Symons (1979) 'The evolution of human sexuality'
5) Rachman (1968) 'Experimentally induced sexual fetishism'



No hay comentarios:

Publicar un comentario