¿Cómo se relacionan la competencia y la motivación?


Competencia y motivación, dos palabras muy utilizadas en los últimos tiempos.
La competencia, en cierto modo, funciona cuando alguien que está cerca nuestro y hace lo mismo que nosotros. Esta situación, a su vez, acciona nuestra motivación. ¿Esto funciona siempre de la misma forma? Veamos algunos casos.


competencia motivación

¿Cuántas veces nos hemos valido de alguna forma de motivación para una competencia? O las empresas que utilizan la competencia para motivar a su personal.
¿Funciona siempre igual la relación competencia-motivación?
Las personas damos por hecho que la competencia nos va a motivar a hacer cosas, sin embargo algunos estudios coordinados por distintas universidades muestran que la competencia solo es motivante en ciertas circunstancias.


La competencia motiva mucho a los hombres pero poco a las mujeres

Una investigación realizada por el departamento de psicología de la Universidad de Chicago, mostró que las niñas y mujeres no responden de la misma manera a la competencia que niños y hombres.
En general, la competencia aumenta el rendimiento de los varones (tanto niños como hombres), pero no siempre aumenta el rendimiento en el sexo femenino (niñas y mujeres).
Si las mujeres están compitiendo con otras mujeres es posible que haya una mejora en el rendimiento, aunque no suele ser grande. Y si la competencia es contra hombres, no muestran prácticamente ninguna mejora en su rendimiento.


Menos competidores, más motivación

¿Ha tomado alguna vez alguna prueba escrita en un salón con mucha gente a su lado? ¿Cuánta gente había en el recinto cuando estaba realizando el examen?
La investigación realizada por profesores de la Universidad de Michigan muestra que este detalle puede ser muy importante.
Los investigadores evaluaron los resultados varias pruebas SAT (utilizada en USA por muchos colegios y universidades como prueba de admisión) de lugares donde el recinto en el cual se tomaba la prueba, no tenía muchos estudiantes. Estas pruebas fueron comparadas con pruebas en donde en el recinto había un gran número de gente haciendo la prueba.
Por supuesto que las pruebas fueron comparadas teniendo en cuenta distintos factores académicos.

Los resultados arrojaron que los estudiantes que realizaron el examen en un recinto con un menor número de personas tuvieron una mejor puntuación.
La hipótesis de los investigadores es que cuando hay pocos competidores, quizás inconscientemente, la persona siente que le será más fácil ocupar los primeros lugares y por lo tanto se esfuerzan más.
En cambio cuando hay mucha gente la motivación disminuye, quizás por la creencia de que será más difícil estar entre los primeros lugares.


Competencia imaginaria

Los investigadores decidieron llevar la investigación anterior un paso más allá y resolvieron probar la teoría en el laboratorio.
Se solicitó a distintos estudiantes completar un cuestionario sobre preguntas de conocimiento general, se les pidió que fueran lo más rápido y precisos posible.
Los investigadores en realidad habían dividido previamente a estos estudiantes en dos grupos. A los estudiantes del primer grupo se les dijo que estaban compitiendo con otros diez estudiantes. A los del segundo grupo se les dijo que estaban compitiendo con otros cien estudiantes.
Los resultados arrojaron que los participantes del primer grupo completaron el cuestionario significativamente mejor que los del segundo grupo.


Ambas investigaciones tuvieron resultados similares: a medida que el número de competidores aumenta (reales o imaginarios) la motivación para competir disminuye.

Para terminar

De cualquier manera, la competencia (y su dosis de motivación asociada) desempeñan un papel muy importante en el desarrollo del ser humano. Ya en la infancia, competimos jugando con otros niños; más tarde competimos para obtener mejores calificaciones, para conquistar a nuestra pareja, competimos en el ambiente laboral, etc.

Distintos estudios científicos indican que la competencia social a lo largo de la historia, ha contribuido a aumentar la inteligencia y la capacidad de razonamiento de la raza humana.
Por tanto, podemos decir que competencia y motivación fueron y son imprescindibles para el desarrollo de la humanidad; y que en realidad, son reacciones ancestrales aprendidas que hemos ido adaptando a las necesidades de las sociedades modernas.