Esta historia ocurrió en Asia hace unos 100 mil años, unos lobos grises se acercaron más de lo habitual a un grupo de humanos, seguramente por la necesidad de alimento, o quizás por curiosidad, debió haber cierta aceptación en ese encuentro y decidieron volver, una vez, y otra, hasta que fueron integrados a la manada del 'Homo Sapiens', convirtiéndose de esa forma en las primeras mascotas de la historia.
En ese momento nacía una amistad que dura hasta hoy, la amistad entre el hombre y el perro.
¿De dónde provienen los perros?
Los perros son mamíferos carnívoros domésticos de la familia de los ‘cánidos’. Esta familia incluye entre otros a los zorros, coyotes y lobos.
Como es sabido, de este último animal es de quien procede el perro, más concretamente de la especie del Lobo gris.
Durante el proceso de domesticación de lobo a perro muchos cambios evolutivos se produjeron en este animal para adaptarse a su nuevo entorno. Algunas características iniciales fueron desapareciendo, mientras que otras nuevas iban incorporándose al fenotipo del animal. Los criterios para la supervivencia habían cambiado drásticamente y ahora lo que les hacía más aptos o menos para sobrevivir eran otras cosas.
Un ejemplo, su sistema digestivo cambió y pasaron de ser carnívoros a omnívoros.
¿Qué permitió que el perro fuera domesticado?
En el transcurso de la historia existieron algunas características que los perros adoptaron y que permitieron que estos animales fueran domesticados por el hombre, veamos algunas.
- Empatía hacia el hombre: Al convivir con los humanos debían ser pacíficos con él, por lo tanto sólo aquellos que tenían una convivencia pacífica, con carencia de agresividad hacia el hombre tuvieron más posibilidades de sobrevivir.
- Adaptación a la alimentación: Debieron modificar su espectro de nutrientes, adaptándose a la alimentación humana.
- Adaptación al refugio: Eso hizo que el perro perdiera pelaje ya que era innecesario.
- Perdida sensorial: Los primeros perros domesticados al no depender de la caza y convertirse en cierto modo en carroñeros, sus sentidos perdieron algo de precisión, haciéndose de esa forma más dependientes de los humanos.
¿Por qué el hombre domestica al perro?
Obviamente los hombres vieron alguna conveniencia en domesticar a aquellos animales, algunas de las tareas para las cuales los perros fueron domesticados y entrenados: en la antigüedad ayudaba al hombre a cazar, posteriormente fueron muy útiles en el cuidado del ganado y en la actualidad realizan tareas como, rescates en montañas o terremotos, también como guías para personas no videntes, en los últimos años han sido muy útiles en la lucha contra el narcotráfico, entre otras.
Cada uno de estos adiestramientos se llevaba a cabo de generación en generación.
Es decir, los mejores perros, los que cumplían mejor la función para lo que se les estaba entrenando, eran luego los que tenían descendencia, transmitiendo sus genes de "buen cazador", "buen pastor", etc.… y mejorándolos en cada generación por este proceso selectivo.
Hasta el día de hoy en el que tenemos perros totalmente expertos y eficientes en su "oficio".
También algunos han "diseñado" a esta especie para así conseguir aspectos físicos determinados: razas concretas por pura estética. De ahí que hoy en día existan más de 900 razas de perros. Es el mamífero del que más razas se conocen.
La parte afectiva
Hasta aquí hemos visto la parte evolutiva y de "conveniencia" de la relación hombre-animal, pero sin dudas que con el correr de todo este tiempo se ha generado una corriente de afecto entre los humanos y los perros hasta tal punto que los científicos aseguran que los perros "sienten" algunas de nuestras sensaciones, por ejemplo cuando estamos deprimidos el perro viene, nos lame, nos apoya la cabeza cerca…
Diversos estudios han concluido que es el animal que más empatiza con el ser humano, una investigación en el Departamento de Psicología de la universidad de Londres fue terminante: Dicho experimento consistió en que una persona fingía dolor y malestar delante de diferentes perros de diversas razas.
El 90% acudió a dar consuelo al humano, fuese o no su dueño.
Algunas historias increíbles:
SHEP: Después de ver el féretro de su dueño subido a un tren en Fuerte Benton, Montana en 1936, Shep se quedó en la estación, esperando que regresara durante 6 años.
HACHIKO: Su dueño sufrió un derrame cerebral en el trabajo y falleció, nunca volvió a la estación de tren donde Hachiko solía esperarlo para retornar juntos a casa. Hachiko lo esperó en la estación hasta que murió, 9 años después.
FIDO: Su dueño murió en un ataque aéreo sobre Borgo San Lorenzo, una pequeña ciudad del centro de Italia en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial. En los siguientes 14 años Fido iba todas las tardes a la parada del colectivo donde su dueño solía bajar de regreso a casa. Hoy Fido tiene una estatua en esa ciudad.
GREYFRIARS BOBBY: Su amo murió en 1858 y hasta el día de su propia muerte 14 años después, este perro asistió cada noche a la tumba de su dueño.
RUSWARP: Al morir su amo durante una caminata de montaña, Ruswarp montó guardia durante 11 semanas al lado de su cuerpo. Fue encontrado por otro caminante con hipotermia y desnutrido.