Hace 5 años, un amigo mío sufrió un grave accidente con su moto. El impacto contra el parabrisas de un vehículo lo lanzó varios metros por el aire y al caer al suelo, perdió el conocimiento. Lo siguiente que supo fue al despertar en el hospital, varias horas después del accidente. La particularidad es que, aún hoy, puede recordar perfectamente los instantes previos antes de quedar inconsciente.
Es muy frecuente que ante una situación extrema, como ser un accidente, la persona advierta una fabulosa desaceleración en la percepción del tiempo. De hecho, es muy factible que muchos de quienes estén leyendo este artículo, lo hayan experimentado en algún momento.
Particularmente, mi amigo me relató en alguna oportunidad como vio claramente la secuencia del accidente, en especial la rotura del parabrisas del coche. " ...Pude ver como pequeños trozos de vidrio muy brillantes saltaban por los aires. Yo me sentía flotando en el aire, como si no fuera a bajar nunca".
Esta misma ralentización del tiempo se produce a menudo en contextos de desastres, cuando nuestras vidas están amenazadas. Existe abundante investigación científica sobre personas que han vivido este tipo de situaciones en accidentes aéreos o terremotos. Particularmente en el caso de los terremotos, mucha gente ha descrito que ven caer paredes en 'cámara lenta'.
¿Por qué el tiempo parece frenarse en estos momentos?
La verdad es que no hay una sola explicación para este fenómeno. Una de las interpretaciones es que puede ser una especie de 'estrategia neurológica' que nuestros antepasados lejanos desarrollaron como ayuda para su supervivencia. Esta facultad aumenta nuestras posibilidades de sobrevivir a situaciones extremas, ya que es como si se nos diera más tiempo para responder a dicha situación. En este sentido, se podría ver como una adaptación evolutiva.
Otra de las teorías es que se debe al aumento del número de percepciones que la mente absorbe en esos momentos. Quiénes apuntan a esta hipótesis argumentan que la agudización e incremento desmedido de información ralentiza la percepción del tiempo. Sin embargo, en caso de una situación de emergencia o accidente, esto podría ser el efecto, no la causa. Es decir, la sensación del tiempo ralentizado puede ser la razón por la cual llegamos a ser capaces de absorber mucha más información.
Si bien las dos argumentaciones anteriores parecen muy plausibles, quizás la explicación más aceptada es que esta desaceleración se debe a un cambio abrupto en nuestra conciencia.
Nuestro sentido 'normal' del paso del tiempo es producto de un estado habitual de conciencia. Existen muchas variedades de estados alterados de conciencia en el que el tiempo se ralentiza drásticamente, por ejemplo, estados de profunda meditación o bajo la influencia de drogas psicodélicas. Por el contrario, también existen algunos estados alterados en los que el tiempo parece ir más rápido, como sucede con la hipnosis.
Todos estos estados muestran que el sentido 'normal' del paso del tiempo no es absoluto ni fijo, sino que más bien es una construcción psicológica que depende de nuestro 'modo' de conciencia. Este sistema constituye lo que experimentamos y percibimos en casi todo momento, pero que en determinadas situaciones se desordena, y repentinamente intuimos el mundo, y a nosotros mismos, de una forma totalmente diferente, una de cuyas características principales es la percepción completamente diferente del transcurso del tiempo.