Cuantas veces nos ha sucedido que escuchamos por primera vez una canción y nos conmueve, nos parece una melodía estupenda, una letra que nos emociona… y enseguida nos preguntamos ¿Por qué esta canción no es un gran éxito? ¿De que depende que una canción cobre una notoriedad inusitada?
¿Por qué hay canciones hermosas que pasan sin pena ni gloria y canciones mediocres que son verdaderos éxitos?
Mucha gente cree que hay canciones que son un éxito porque han sido intensamente promocionadas, si sólo fuera eso, con hacer una buena promoción nos aseguraríamos un éxito musical, la cosa parece más compleja.
Hace poco más de un año investigadores del departamento de Música de la Universidad de Stanford realizaron un experimento para observar el comportamiento de un grupo de jóvenes frente una nueva melodía y cómo funcionaba el mecanismo que podía llegar a hacer "popular" a una canción.
La música al laboratorio
Los investigadores seleccionaron 25 canciones de una página web que promociona nuevos grupos musicales, o sea que la posibilidad de que esa melodía o banda ya haya sido escuchada por alguno de los participantes del experimento era mínima o nula.
Por otra parte se seleccionó a 300 alumnos de la universidad y se les facilitó un usuario y una clave, posteriormente se les solicitó que fueran a un determinado sitio web que los investigadores habían preparado con antelación, allí estaban todas las melodías disponibles para escuchar.
También se les pidió a los alumnos que las melodías que les gustase la descargaran en sus computadoras.
Lo que no sabían los alumnos es que los investigadores habían separado en 2 grupos a los participantes, además de haber hecho trampa con el número de descargas.
En el primer grupo habían manipulado el número aumentado considerablemente la cantidad de descargas de determinadas canciones.
En el segundo grupo hicieron exactamente lo mismo pero con canciones distintas.
Los resultados fueron singulares, en el primer grupo las canciones más elegidas fueron las que tenían mayor número de descargas, o sea que la manipulación por parte de los investigadores había provocado que los participantes eligieran esas canciones como favoritas.
En el segundo grupo el resultado fue exactamente igual, aquellas canciones con más descargas fueron las elegidas por los participantes, tengamos en cuenta que las canciones con mayor número de descargas del segundo grupo eran distintas que las del primer grupo.
Con estas pruebas se puede asegurar sin dudas que las preferencias de cada persona son afectadas en cierta medida por las preferencias de los demás… en otras palabras, si a otras personas les agrada una determinada canción yo le voy a prestar más atención a esa canción.
Conclusiones…
Las personas tenemos la tendencia a valorar más una canción cuando está mejor conceptuada por los demás, sobre todo cuando las otras personas pertenecen a nuestro mismo grupo social, cultural, etc.
Esta tendencia se convierte en un mecanismo social que predispone a que la propagación de una canción sea fulminante, por tanto abre la posibilidad a que se convierta en un "éxito".