Epigenética: el bienestar del padre y la salud del hijo


Cuando una mujer está embarazada es fundamental que tenga hábitos saludables, no fumar, alimentarse adecuadamente, no consumir alcohol y mantenerse alejada de productos tóxicos, ya que esto puede influir negativamente en la salud del niño. Pero recientes estudios indican que el estilo de vida del padre al momento de la concepción también juega un rol fundamental.


padre hijo

¿Qué es la epigenética?

La epigenética es el estudio de cómo el entorno social y el estilo de vida pueden producir cambios en la expresión génica de una persona. Es decir, son interacciones entre genes y medio ambiente que se producen en los organismos.

En los últimos años, una amplia gama de investigaciones sobre este tema han advertido que la salud física del padre en el momento de la concepción puede afectar en gran medida la salud de su descendencia.

Uno de los últimos estudios, realizado por la Universidad de Copenhague, reafirma que determinadas características hereditarias se transmiten a los hijos sobre la base de ciertos aspectos del bienestar del padre al momento de la concepción.
Distintas circunstancias en el estilo de vida paterno parecen afectar la futura salud del niño. Algunas de estas características incluyen el peso corporal, la dieta y el ejercicio. Ser alcohólico o fumador también tiene un impacto epigenético perjudicial en el esperma del padre, y posteriormente, en la salud a largo plazo de su hijo.


Cambios en las células espermáticas

El estudio danés titulado "La obesidad y la cirugía bariática impulsan cambios epigenéticos en los espermatozoides humanos" revela que el porcentaje de grasa corporal de un hombre afecta la información hereditaria, dichas alteraciones se producen en las moléculas ARN del líquido seminal.

Los investigadores descubrieron que los espermatozoides de hombres flacos y obesos tienen diferentes marcas epigenéticas. También se hallaron diferencias entre hombres fumadores y no fumadores, y en hombres alcohólicos y aquellos que bebían moderadamente o no consumían alcohol.

Una de las variaciones más dramáticas de las expresiones génicas se produjo en las regiones cerebrales asociadas con el autocontrol (lo que incluye el control del apetito). Esta revelación podría ofrecer una explicación biológica de por qué los hijos de padres obesos tienen alta predisposición a la obesidad.


Lo que llevó a los investigadores a realizar este estudio fue el hallazgo de que en un pequeño pueblo nórdico se experimentó una severa hambruna hace varias generaciones, y que aún hoy existe un alto riesgo en sus descendientes de desarrollar enfermedades metabólicas, como por ejemplo, diabetes. El estrés nutricional de aquellos individuos fue trasmitido epigenéticamente a las sucesivas generaciones.

¿Qué razones evolutivas existen para que se produzcan estos cambios, por ejemplo, para que el porcentaje de grasa corporal de un padre sea significativo para su descendencia? La teoría más aceptada por los científicos es que en tiempos de abundancia es una forma instintiva de alentar a los niños a comer más y ganar peso. Pensemos que la obesidad es un problema muy reciente en la evolución humana y que hasta hace sólo algunas décadas la capacidad de almacenar energía era una ventaja para resistir infecciones y hambrunas.


Salud y descendencia

La investigación epigenética está abriendo grandes posibilidades para crear estrategias que pueden ayudar a mermar algunos problemas de salud, como la diabetes, la obesidad, enfermedades cardíacas, etc. en las generaciones futuras. Características genéticas que se pensaban que eran inmodificables, de hecho, pueden ser maleables.

Si bien la investigación sobre epigenética todavía está en sus comienzos, hoy en día se sabe que hay niños que presentan predisposición a ciertas patologías debido a determinadas influencias paternas, independientemente de su madre.

Es de esperar que esta creciente evidencia científica inspire a los futuros padres a llevar una vida más sana, a hacer más ejercicios y a comer más saludablemente antes de concebir un hijo.


Referencia:
http://www.cell.com/pb-assets/journals/research/cell-metabolism/on/cmet1935_r.pdf



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