Nuestro cerebro se enfoca en personas que no nos inspiran confianza


¿Por qué centramos automáticamente nuestra atención en personas de las que hemos escuchado comentarios negativos? En un proceso totalmente inconsciente, nuestro cerebro filtra el entorno y descarta a personas inofensivas, en cambio, registra a alguien si no nos inspira confianza.


cerebro confianza

Este proceso afecta nuestro cerebro mediante un fenómeno llamado rivalidad binocular.
La rivalidad binocular se produce cuando se presenta una imagen diferente en cada ojo de forma simultánea.
Imagínese que usted está mirando con binoculares, y con el ojo izquierdo ve un león, mientras que con el ojo derecho ve la Estatua de la Libertad. Su cerebro no verá las dos imágenes al mismo tiempo, es decir, las puede alternar pero no verá las dos a la vez, sólo percibirá una.


Rivalidad binocular y enfoque de personas

En una investigación realizada en 2011 en la Universidad Northeastern de Boston, mostraron a un grupo de participantes una serie de rostros junto con algún comentario sobre cada persona: "discute asiduamente con sus compañeros de clase" (comentario negativo), "ayudó a un anciano a cruzar la calle" (comentario positivo), "se levanta todos los días a las ocho" (comentario neutro), estos fueron algunos de los comentarios que acompañaban a las imágenes.
Luego se mostró a través de binoculares, los rostros antes vistos en un ojo y una casa en el otro ojo, y se les solicitaba a los participantes que presionaran un botón para indicar cuál era la imagen que estaban viendo.
Cuando se trató de personas con comentarios positivos o neutros, sólo el 20% se centró en los rostros, el resto vio la otra imagen (la casa). Sin embargo, cuando se trataba de las personas con comentarios negativos, la atención sobre el rostro creció a casi el 70%.
Al parecer nuestro cerebro está diseñado para centrarse en personas que nos generan alguna sospecha.


¿Por qué ocurre esto?

La conjetura que hacen los autores del estudio es que debido a que las zonas del cerebro que están vinculadas a las emociones, están también conectadas con el sistema visual y perceptivo, dicha conexión puede 'excitar' la región del cerebro implicada en la regulación de la atención, esto es determinante en la prioridad que le damos a cada cosa que vemos.

Este tipo de estudios ponen de manifiesto la capacidad del cerebro para dar forma a nuestras percepciones, incluso de manera invisible a nuestra conciencia. Podríamos pensar que lo que vemos debería corresponder a lo que aparece ante nuestros ojos, pero de hecho, nuestro cerebro puede manipular lo que se le envía. Algo que bien puede incidir en nuestros pensamientos y conductas.


Referencia: http://www.sciencemag.org/content/332/6036/1446.abstract